La caza mayor es aquella en que se persigue a los animales catalogados como tales; en países como España son el jabalí, ciervo.
La primera consiste en localizar al animal, perseguirlo procurando no ser visto, efectuar la aproximación final y disparar.
El cazador generalmente se ayuda de elementos ópticos como prismáticos y catalejos, divisando zonas donde los animales comúnmente frecuentan.
Normalmente las presas que se cazan en monterías son venados (u otros cérvidos) y jabalís.
El animal lanzado (ciervo, corzo, gamo, zorro, jabalí, etc.) es acosado y perseguido por los perros y cuando se encuentra agotado -la caza puede durar unas horas o todo el día- interviene el hombre, picador o botón, que le atraviesa el corazón con un cuchillo de caza.