La historia territorial de Chile narra el proceso y las diversas etapas en que dicho país, desde su época colonial hasta la fecha, ha sido organizado administrativamente.
Durante gran parte de su vida independiente, Chile estuvo dividido en provincias, departamentos y comunas.
Durante la época de la conquista (iniciada en 1541) y posterior época colonial (desde 1598), la división político-administrativa del país se fue desarrollando de forma paulatina, a medida que nuevos poblados iban siendo construidos.
Chile era una gobernación (nombrada como capitanía general tardíamente) dependiente del Virreinato del Perú hasta 1798,[1] cuyo territorio se dividía en provincias, vulgarmente conocidos como corregimientos, regidas por un corregidor que dependía del gobernador en lo militar, político y civil, y de la Real Audiencia en lo judicial, que conocía de las apelaciones contra sus sentencias.
[2][3] Las provincias se dividían en distritos, regidos por un teniente de corregidor, con asiento en un curato o parroquia.
A principios del siglo XVII, después del desastre de Curalaba (1598), fueron despobladas las ciudades de Imperial (1600), Villarrica (1603), Valdivia y Osorno (1602), entre otras, con lo cual desaparecieron dichas provincias o corregimientos.
Valdivia, luego de ser refundada en 1645, pasó a depender directamente del virreinato del Perú hasta 1740, fecha en la cual pasó a depender nuevamente de Chile.
[5] En 1812, volvió a depender del Perú hasta que fue capturada por las fuerzas independentistas de Chile en 1821.
[3][8] Hacia finales del siglo XVIII, se refundó Osorno y pasó a integrar la Intendencia de Concepción.
[10] La división administrativa de Chile hacia fines del siglo XVIII era la siguiente:[2][3] Previo al inicio de la Independencia, el territorio chileno se dividía en 2 provincias o intendencias (Santiago y Concepción), y estas se encontraban subdividas en partidos que poseían sus respectivos cabildos, en las ciudades o villas cabeceras.
[5] En 1822 se crea los departamentos, distritos y cabildos, derogándose el sistema de intendencias.
Según la Constitución de 1823 el territorio se subdividía en gobiernos departamentales, delegaciones, subdelegaciones, prefecturas e inspecciones (Art.
Esta gran sección territorial, anexa al Ministerio de Marina, se dividió en tantas gubernaturas y cuantas provincias costeras había y estuvo bajo las órdenes inmediatas de un comandante general, residente en Valparaíso que es la capital.
[17][18] En 1929 se denominan provincias a los territorios de Aysén y Magallanes.
Así, para efectos del gobierno y la administración interior, el territorio del país se dividió en regiones y las regiones en provincias; mientras que a efectos de la administración local, las provincias estarían divididas en comunas.
[19] Asimismo, mediante el decreto ley N.º 575, se crearon 12 regiones (desde la I a la XII) y un área metropolitana (Santiago de Chile), sobre la base de las provincias existentes hasta ese entonces —en términos generales, en algunos casos una provincia pasó a ser región y, en otros, se agruparon dos o más—.
[23][24] La Constitución de 1980 mantuvo la estructura y señaló expresamente, en el artículo 45.º, que el país se dividía en «trece regiones».
Mientras no entren en vigencia tales estatutos, tales territorios continuarán rigiéndose por las normas comunes en materia de división político-administrativa y de gobierno y administración interior del Estado.
A continuación se presentarán iniciativas, proyectos, de zonas que anhelan convertirse en una nueva región para el país.