Parte de este género original persiste en los pequeños chistes que se añaden para poner un toque humorístico en la conversación.Es entonces cuando, orientándose hacia Italia surge en España la novela sentimental, como última derivación de las convencionales teorías provenzales del amor cortés.Surgieron entonces los chapbooks, libros de bolsillo baratos que contenían tanto romances como historias cortas, relatos y fábulas.A mediados del siglo XVI, se produjo un cambio de ideas hacia un mayor realismo, superando en este punto las novelas pastoriles y caballerescas.[2] Las Novelas ejemplares de Cervantes son originales, no siguen modelos italianos, y frente a la crítica al Quijote, que se decía que no enseñaba nada, pretendían ofrecer un comportamiento moral, una alternativa a los modelos heroico y satírico.La historia era decididamente una "novela" y no un "romance": una historia de virtud femenina sin parangón, con una heroína que tuvo la oportunidad de arriesgarse en un amor ilícito y no sólo resistió a la tentación, sino que acrecentó su infelicidad confesando sus sentimientos a su marido.Para probarlo, ponían nombres ficticios a sus personajes y contaban las historias como si fueran novelas.A finales de los años 1680 autores como Aphra Behn y William Congreve escribieron nuevas "novelas" en inglés.En el centro, la novela había crecido, con historias que no eran heroicas ni predominantemente satíricas, sino realistas, cortas y estimulantes con sus ejemplos de conductas humanas.En el mismo mercado aparecieron historias privadas, creando un género diferente de amor personal y batallas públicas sobre reputaciones perdidas.El editor cree que es una justa historia de hechos; no hay ninguna apariencia de ficción en ella: y sea como piensa, debido a que todas tales cosas se despachan [ediciones posteriores: disputan], que el mejoramiento de ello, así como al diversión, para la instrucción del lector, será lo mismo; y como piensa así, sin más cumplidos al mundo, les hace un gran servicio con esta publicación.Jane Barker, por el contrario insistió en publicar Exilius como un "Romance nuevo [...] siguiendo la forma de Telémacho", y no consiguió ganarse al mercado.En 1719 su editor, Edmund Curll, eliminó finalmente las viejas páginas del título ofreciendo Exilius como una colección de novelas.Si los lectores leyeron su obra como un romance no podría culparles, tan lleno está el texto de pura imaginación.En inglés, "romance" tendió a reservarse para una historia de amor, sea en la vida real o en la ficción.El mercado de comienzos del siglo XVIII para la ficción clásica en prosa inspiró a autores vivos.Cambió el diseño de las portadas: las nuevas novelas no pretendieron vender ficciones al tiempo que amenazaban con revelar secretos reales.Necesitó al final su propio tipo de periodismo escandaloso, que se desarrolló hasta convertirse en la prensa amarilla.La novela sentimental de la segunda mitad del siglo XVIII creó un nuevo protagonista, con una actitud diferente hacia lo público y lo privado.Al comienzo del siglo XVII la novela había sido un género realista luchando contra el romance con sus salvajes fantasías.La novela se había vuelto primero hacia el escándalo antes de sufrir una reforma en las últimas décadas del siglo XVIII.Al principio del siglo XX, escritores estadounidenses como John Steinbeck, Jack London o Ernest Hemingway perpetuarán el estilo naturalista.El autor moderno puede dirigirse bien a un amplio mercado o escribir con un ojo puesto en la discusión crítica seria.Mientras esta división del mercado moderno llegó relativamente tarde al mundo inglés, Alemania y Francia tuvieron un interés más temprano y fuerte en crear literaturas nacionales - Francia debido a la Revolución francesa, Alemania durante su unificación de mediados del siglo XIX.La intriga, las descripciones de lugares y, en menor medida, el estudio social, pasaron a un segundo plano.Después de haber buscado refugio en la representación de clases bajas (verismo) o de clases altas, la novela no podía estar más basada sobre la relatividad, y eso modifica su estructura: la trama a menudo desaparece, no existe necesariamente una relación entre la representación espacial con el ambiente, la andadura cronológica se sustituye por una disolución del curso del tiempo y nace una nueva relación entre el tiempo y la trama.La entrada del modernismo y el humanismo en la filosofía occidental, así como la conmoción causada por dos guerras mundiales consecutivas provocaron un cambio radical en la novela.Es por esto que la novela de principios del siglo XX se ve dominada por la angustia y la duda.Otros autores existencalistas notables son Albert Camus, cuyo estilo minimalista le sitúa en un contraste directo con Sartre, Knut Hamsun, Louis-Ferdinand Céline, Dino Buzzati, Cesare Pavese y la novela absurdista de Boris Vian.Este tipo de novela influenciaría después a autores como Georges Perec o Marguerite Duras.
Portada de la versión inglesa del
Telémaco
de Fénelon (Londres: E. Curll, 1715). No califica su obra como "novela", como habían hecho Aphra Behn y William Congreve.
Portada de
Robinson Crusoe
de Defoe (Londres: W. Taylor, 1719), tampoco califica su obra de "novela".
Clásicos de la novela desde el siglo
XVI
en adelante: portada de
Colección selecta de novelas
(1720-22).
Samuel Richardson
, autor de
Pamela
(1741), novela publicada con intenciones claras: "Ahora publicada por primera vez para cultivar los principios de la virtud y la religión en las mentes de los jóvenes de ambos sexos, una narración que tiene el fundamento en la verdad y la naturaleza; y al mismo tiempo entretiene agradablemente...".