Durante sus vagabundeos, se les invita a una espléndida fiesta organizada por un rico liberto, Trimalción, de cuya casa logran escapar.
Novela también sobre la homosexualidad y el homoerotismo, los detalles que proporciona Petronio en ella nos han permitido tener una visión más amplia de las costumbres romanas.
Petronio describe el mundo, los comportamientos y la vida diaria romana a la manera de un naturalista.
La historia del Satiricón, concretamente de la versión actualmente en circulación, se puede estructurar, según los estudiosos franceses Hubert Zehnacker y Jean-Claude Fredouille.
Tras haber escuchado al orador Agamenón discurrir acerca de la elocuencia y la educación, el narrador, Encolpio, descubre que su compañero Ascilto se ha ido, y de regreso a casa se pierde y llega a un lupanar que resulta ser una infame caupona donde encuentra a Ascilto, con el que se bate por la propiedad en exclusiva del joven Gitón.
Comienza entonces la Cena de Trimalción (Cena Trimalcionis, Capítulos XXVII a LXXVIII): el trío protagonista se encuentra tras invitación en casa del liberto sirio Trimalción, que posee una suntuosa vivienda, descrita con detalle por el narrador.
Entonces, todos los convidados acuden a los baños, donde Trimalción cuenta la historia de su vida anterior como esclavo hasta que se emancipó.
Ascilto aprovecha la somnolencia de Encolpio para sodomizar a Gitón, y logra convencerle para que parta con él.
La esposa del capitán, Trifena, se apropia de Gitón, haciéndole amante suyo.
Ella lo golpea con su escoba después de recitar una letanía pero el hechizo no se rompe.
[5] El Satiricón es un «agregado de fragmentos dispersos o ideados para adaptarse a la traducción manuscrita».
[8] El relato transcurre en primer lugar en Campania, en una ciudad no especificada cerca de Nápoles, Pompeya o tal vez Oplontis, incluso Herculano y, finalmente, en Crotona.
[10] Existen dos teorías mayoritarias respecto a esto: una primera que sitúa a Petronio, autor del Satiricón, bajo el reinado de Nerón, mientras que la segunda lo emplaza después del emperador, ya sea en la dinastía Flavia (69-96) o bien en la Antonina (96-192).
La identidad de este personaje histórico y el autor del Satiricón se presenta como una certeza en el XVI siglo por Pierre Pithou,[12] quedando tan solo las teorías defendidas por la mayoría de los especialistas modernos.
[10] Pierre Grimal también apoya esta teoría, «todas las alusiones contenidas en el Satiricón nos llevan al momento de los emperadores Julio-Claudios.
Muy probablemente, sería una sátira de las costumbres del príncipe Nerón censurada durante su mandato.
Sus relatos, especialmente el Satiricón, debido al contexto político-social que presenta, son en definitiva las únicas pruebas de su existencia.
«Esta ciudad es de hecho conocida en la época por sus costumbres pederastas», y el relato parece que podría enmarcarse así.
A este respecto, considera que la novela es heredera de varias tradiciones literarias.
[34] El Satiricón ofrece rasgos genéricos específicos del modelo de inspiración griega: interés en lo popular, concisión formal, gusto por las andanzas eróticas y la finalidad exclusivamente cómica.
[37] El Satiricón se ciñe al género literario que Macrobio define con la expresión: argumenta fictis casibus amatorum referta («historias llenas de aventuras imaginarias que ocurren a unos amantes», en su Comentario al Sueño de Escipión, 1, 2, 8).
[38] Según Aldo Setaioli, sería más pertinente denominar este género «literatura narrativa antigua».
[32] Varios elementos, además de su origen milesio, dan pie para considerar una auténtica novela, aunque antigua.
El Satiricón, que incluye la etapa del banquete de Trimalción, prefigura, según Paul Thomas, la novela picaresca.
[43] Petronio «revisita el pasado, es decir, toma prestado de todos los géneros literarios preexistentes, pero lo hace con ironía.
Juega a «deconstruir» mediante la parodia todos los sistemas de valores que estos diferentes géneros proponen, pero no parece guiarse en ello por ninguna ideología propia», porque no hay una moral que se proponga como sustituta.
[44] Esta imagen implícita del supuesto Petronio G. B. es la que Conte llama el «autor oculto».
[47] Para los autores antiguos, la narrativa se entendía como perteneciente a la novela de aventuras amorosas.
A finales del siglo XIX, Richard Heinze (Petron und der griechische Roman, 1899) ve en el Satiricón una parodia de la novela erótica griega.
(...) La parodia y la desacralización son elementos fundamentales en esta obra única», afirmación que, sin embargo, conviene matizar.