Italo Svevo
Durante los cinco años que permaneció allí, le acompañó su hermano mayor, Adolfo; los dos últimos años se les unió el hermano pequeño, Elio, el cual escribió un interesante diario que constituye una fuente importante para el conocimiento psicológico del autor.Como Svevo tenía el italiano como segunda lengua, según algunos críticos la escribía mal, aunque muchos otros han puntualizado que lo suyo no es un mal italiano, sino más bien la versión particular del lenguaje toscano en boca de un triestino.Desilusionado por su fracaso literario decide dedicarse exclusivamente al comercio y se convierte en el encargado del negocio de tintes Veneziani, el cual pertenece a su suegro Gioacchino.A consecuencia de este encuentro surge no sólo una profunda amistad sino una interesante colaboración literaria.En 1919 comienza su tercera novela, La conciencia de Zeno, que será publicada en 1923 por el editor Cappelli en Bolonia.Mientras tanto algo se mueve también en Italia, apareciendo en 1925 en la revista milanesa L'esame una crítica de Eugenio Montale titulada Homenaje a Italo Svevo.El protagonista Zeno utiliza el psicoanálisis, dice, para descubrir el porqué de su adicción al tabaco.Esta sensación, sin embargo, es tan fuerte y agradable que le impulsa a fumar de nuevo, aunque sólo sea para sentirla una vez más al volver a dejar de fumar.