[2] Su hijo, Hikari Ōe, nació con una malformación que, al ser intervenida, le produjo una discapacidad mental irreversible.
Su padre trabajaba produciendo parte de la materia prima con la que se producían los billetes de yenes japoneses, y murió en la guerra del Pacífico cuando el futuro escritor tenía nueve años.
[5] El balbuceo de Kenzaburō provocó que se refugiara en la lectura desde temprana edad.
[4] Ese mismo año recibió el Premio Akutagawa, otorgado a las jóvenes promesas de la literatura japonesa, por su novela La presa, en la que narra sus vivencias infantiles.
Para el final de sus estudios, en 1959, había terminado veintidós cuentos cortos.
Esta última obra fue duramente criticada por la extrema derecha japonesa, por su descripción del atacante Yamaguchi Otoya, un militante conservador de diecisiete años.
Esto provocó que el libro no fuera reeditado ni traducido.
[4] En 1963 nació su hijo Hikari (luz), discapacitado por una hidrocefalia y con diagnóstico de autismo.
[13] Hikari ejerció una gran influencia en Padre, ¿adónde vas?, Enséñanos a superar nuestra locura y El día en que él mismo borre mis lágrimas, tres novelas que retoman la misma premisa: el padre de un hijo discapacitado intenta recrear la vida de su propio padre, que se encerró en sí mismo y murió.
En esta sentencia, el juez Toshimasa Fukami declaró: "Los militares estuvieron profundamente implicados en los suicidios en masa".
En una rueda de prensa posterior al juicio, Ōe declaró: "El juez leyó con precisión mis escritos" [15] Ōe no escribió mucho durante los casi dos años (2006-2008) que duró su proceso por difamación.
Empezó a escribir una nueva novela que, según The New York Times, contaría con un personaje "basado en su padre", un firme partidario del sistema imperial que murió ahogado en una inundación durante la Segunda Guerra Mundial.
[17] Ōe criticó abiertamente el tratado de seguridad entre Estados Unidos y Japón, que permitía a la nación norteamericana instalar bases militares en terreno nipón, entre otros aspectos.