Según el comandante supremo de los Aliados, Douglas MacArthur, esta fue sugerida por el primer ministro Kijūrō Shidehara, que "quería que prohibiese todo establecimiento militar para Japón—cualquier establecimiento militar de cualquier índole".
[3] Shidehara admitió su autoría en sus memorias Gaikō Gojū-Nen (Cincuenta años de Diplomacia), publicado en 1951, donde describió la idea que se le vino a la cabeza durante un viaje en tren a Tokio; MacArthur confirmó también la autoría de Shidehara en varias ocasiones.
Su consentimiento a la cláusula antibeligerante debilitó los argumentos para abolir el trono o tratar al emperador como criminal de guerra.
Como consecuencia, los Estados Unidos se quedaron sin la República China como aliado militar contra el comunismo en el Pacífico.
para mantener el orden en Japón y rechazar cualquier invasión del exterior.
La RNP fue organizada por el Coronel Frank Kowalski de la Armada Estadounidense (posteriormente congresista) usando el excedente del equipo militar.
Según el gobierno japonés, "el 'potencial de guerra' en el párrafo 2 se refiere a fuerzas que excedan el nivel mínimo necesario para la autodefensa.
Los escolares también han discutido la "transformación constitucional… [que] ocurre cuando una provisión constitucional ha perdido su efectividad y ha sido reemplazada con un nuevo significado".
El Partido Democrático de Japón tiende a concurrir con la interpretación del gobierno.
Las diferentes vistas pueden ser organizadas en cuatro categorías: pacifistas, mercantilistas, normalistas y nacionalistas.[¿según quién?]
Los mercantilistas tienen opiniones divididas sobre el Artículo 9 aunque la interpretación es ensanchada para incluir a la JSDF, y creen que el rol de la Fuerza de Autodefensa debería ser relegada a actividades relacionadas con las Naciones Unidas y para propósitos sin combate.
Son partidarios de un mínimo gasto en defensa, y enfatizan el crecimiento económico.
Evidentemente, las opiniones van desde el pacifismo al extremo del nacionalismo y la completa remilitarización.
[13] La mayor parte de ciudadanos japoneses aprueba el espíritu del Artículo 9 y lo consideran personalmente importante.
Se ha debatido que, "cuando [Koizumi] declaró la ayuda a los Estados Unidos-llevada a guerra sobre Irak en marzo de 2003, y cuando envió tropas japonesas para ayudar en la ocupación en enero de 2004, no era Irak lo que estaba en las miras japonesas tanto como Corea del Norte".
[24] Las inestables relaciones entre Japón y Corea del Norte, así como otros países asiáticos circundantes ha forzado a Japón a cañonear y doblar el Artículo 9 para "permitir una interpretación cada vez más expansiva" de la constitución, con el objetivo de garantizar el apoyo estadounidense en estas relaciones.
[25] Constitucionalmente, Japón no tiene garantizado el derecho a defenderse en caso de ataques.
En 2007 el primer ministro Shinzo Abe aprovechó la ocasión del 60.º aniversario de la Constitución de Japón para pedir una "amplia revisión" del documento y así permitir al país tomar parte en procesos de seguridad global a mayor escala y fomentar el restablecimiento del orgullo nacional.