Batalla de Okinawa

La batalla de Okinawa, cuyo nombre en clave fue Operación Iceberg, se libró en la isla de Okinawa, en las Islas Ryukyu y fue el mayor asalto anfibio en el Teatro del Pacífico.

La batalla resultó ser una de las que tuvo más víctimas, civiles y militares, en toda la campaña del Pacífico.

Finalmente, los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki y la entrada soviética en la guerra provocarían la rendición de Japón tan sólo unas semanas después del fin de los combates en Okinawa.

Las fuerzas terrestres estadounidenses se encuadraban dentro del Décimo Ejército, comandado por el teniente general Simón Bolívar Buckner, Jr.

[9]​ Entre los buques de guerra se encontraban 12 portaaviones estadounidenses — Enterprise, Essex, Intrepid, Hornet, Franklin, Bunker Hill, Cowpens, San Jacinto, Savo Island, Petrof Bay, Sargent Bay y Steamer Bay—, 9 cruceros, 14 acorazados, y 12 destructores.

Los portaaviones sufrieron varios ataques de kamikazes, pero gracias a las cubiertas de vuelo blindadas, estos no sufrieron daños irreparables y solo experimentaron una breve interrupción en sus misiones.

Lanchas motoras con base en tierra también fueron utilizadas en los ataques suicidas de los japoneses.

La prolongada duración de la campaña bajo condiciones de estrés forzó al almirante Chester W. Nimitz a dar un paso sin precedentes: se relevó a los principales comandantes navales para que pudieran descansar y recuperarse.

La flota cambió su denominación con el relevo de los comandantes navales; así había comenzado la campaña como Quinta Flota de los Estados Unidos, comandada por el almirante Raymond Spruance, y la finalizó como Tercera Flota de los Estados Unidos comandada por el almirante William F. Halsey.

Los pilotos de los torpederos estadounidenses habían sido instruidos para atacar de forma eficaz, lanzando sus torpedos preferentemente a la proa o la popa, donde el blindaje se creía que era más delgado.

Además del Yamato, el crucero ligero Yahagi, y cuatro de los ocho destructores también fueron hundidos.

En total, la Armada Imperial Japonesa perdió unos 3700 marineros, incluyendo al almirante Itō, a un precio de solo diez aviones estadounidenses y 12 aviadores fallecidos.

En apenas una hora y sin oposición, 16 000 hombres ya habían llegado a tierra.

[20]​ Mientras los marines despejaban el norte de Okinawa, el general Simón Bolívar Buckner, Jr.

Aunque tanques lanzallamas despejaron muchas cuevas, no se registró ningún avance significativo, y el XXIV Cuerpo sufrió más de 720 bajas entre muertos, heridos o desaparecidos.

Mientras tanto, en la costa opuesta, la 6.ª División de Marines combatía por Sugar Loaf Hill.

Con la captura de estas dos posiciones claves, los japoneses estarían expuestos a ambos lados del Shuri.

El general Buckner quería envolver Shuri y cerrar en la trampa a la principal fuerza japonesa de defensa.

[24]​ A finales de mayo las lluvias producidas por el monzón convirtieron los caminos en zonas pantanosas, agravando la situación.

Cualquier persona que se deslizara por las laderas podría encontrar fácilmente los bolsillos llenos de gusanos al final del viaje.

Ushijima y Chō se suicidaron haciéndose el haraquiri en su cuartel general en la colina 89 en las últimas horas de la batalla.

Esto hizo que fuera la batalla más sangrienta de las fuerzas estadounidenses en la guerra del Pacífico.

de atacar las defensas japonesas fue muy costosa en vidas estadounidenses, aunque finalmente se cumplió el objetivo.

Fue el oficial estadounidense de más alto rango muerto en combate durante la guerra.

Un número más pequeño de los recién nacidos engendrados por los estadounidenses fueron ahogados».

En consecuencia se suicidaron y mataron a sus familias para evitar ser capturados.

Algunos historiadores militares creen que Okinawa condujo directamente a los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki, como medio de evitar la invasión terrestre del territorio japonés.

Uno de estos historiadores es Víctor Davis Hanson, que lo declara explícitamente en su libro Ripples of Battle:

En 1945, Winston Churchill la llamó «la batalla entre las más intensas y famosas en la historia militar».

[cita requerida] Este hecho provocó protestas generalizadas entre los habitantes de Okinawa.

USS Búnker Hill en llamas, tras un ataque kamikaze japonés cerca de Okinawa, 11 de mayo de 1945.
Desembarco estadounidense en Okinawa, el 13 de abril de 1945.
Bombardeo efectuado por un F4U Corsair de los marines.
Mapa de la batalla de Sugar Loaf Hill.
Un Corsair estadounidense disparando sus cohetes sobre posiciones japonesas en Okinawa
Simón Bolívar Buckner, Jr. , comandante general del X Ejército, una de las numerosas bajas de los estadounidenses.
Civiles en Okinawa.
Monumento memorial llamado "Memorial Cornerstone of Peace" (Piedra angular de la paz).
Miembros del Okinawa Advisory Council.