El CV-13 destacó por ser el portaaviones superviviente de la Segunda Guerra Mundial que había recibido los ataques más duros.
Entre los miembros de su primera tripulación estaba una banda de música formada por expertos músicos profesionales que se encontraban haciendo su servicio militar, entre los que estaban Saxie Dowell y Deane Kincaide.
Su primera navegación, de pruebas, fue a la isla Trinidad, y poco después zarpó con el Task Group 27.7 (TG 27.7) hacia San Diego (California) para adiestramiento intensivo previo a las misiones de combate.
En junio zarpó vía Pearl Harbor hacia Eniwetok, donde se unió al TG 58.2.
Volvió el 28 de julio hacia Saipán, y al día siguiente se integró en el TG-58.1.
Aunque las malas condiciones de mar desaconsejaban rearmar a bordo los aviones con las necesarias bombas y cohetes, el Franklin zarpó para otro raid contra las islas Ogasawara.
Al crepúsculo del día 13, el Task Group es atacado por cuatro bombarderos, y el Franklin consigue escapar de dos torpedos.
El día 14 a primera hora lanzó un ataque con cazas contra Aparri (Cagayán, Luzón) después del cual navegó hacia el este de Luzón para neutralizar instalaciones como medida previa a la invasión de Leyte.
El portaaviones continuó con sus operaciones diurnas, atacando con dureza la bahía de Manila el 19 de octubre, donde con sus aviones hundió numerosos barcos, dañó a otros muchos, logró destruir un dique flotante y derribó 11 aviones.
Sus aeronaves se concentraron sobre un crucero pesado y dos destructores al sur de Mindoro.
Súbitamente un único avión japonés, que se cree era un bombardero en picado, para unos un Yokosuka D4Y y para otros un Aichi D3A, salió de entre las nubes y volando a baja cota se dirigió hacia el portaaviones, contra el que lanzó dos bombas semiperforantes.
Los relatos tampoco se ponen de acuerdo sobre si el avión atacante escapó o fue derribado.
El USS Franklin recibió cuatro Estrellas de Batalla por su servicio en la Segunda Guerra Mundial.