Batalla del golfo de Leyte

Los japoneses emplearon el grueso de su flota para repeler a las tropas aliadas, pero no lograron vencer y sufrieron graves pérdidas.Ese mismo día en la tarde zarpaba la flota de Takeo Kurita hacia las Filipinas activando el plan SHO-1.El Takao se volvió hacia Brunéi, escoltado por dos destructores y, sin saberlo, por los dos submarinos atacantes cubriendo su retaguardia.Todos los intentos por devolver el submarino a la acción resultaron infructuosos, y tuvo que ser abandonado.La "Fuerza Central" japonesa, compuesta por 2 superacorazados de la clase Yamato (JPN Musashi y JPN Yamato), 3 acorazados, 7 cruceros pesados, 1 crucero ligero y 13 destructores, se dirige a frenar los desembarcos americanos, constituyendo lo que será la fuerza norte de la operación.Se sucedieron una serie de explosiones, y aunque algunos focos locales del incendio fueron controlados a las 15:23 se produjo una enorme explosión -probablemente en la santabárbara del barco-, causando gran cantidad de bajas en el Princeton y 233 muertos y más de 400 heridos en el crucero USS Birmingham, que se había aproximado para ayudar a la extinción del fuego.Todos los esfuerzos por salvar al Princeton fueron infructuosos y fue hundido por el crucero ligero USS Reno a las 17:50.La Tercera Flota de los Estados Unidos lanzó 259 salidas contra la "Fuerza Central" japonesa, principalmente con Hellcat.La armada así reunida, designada Task Force 34, consistía en 4 acorazados, 5 cruceros y 14 destructores al mando del vicealmirante Willis A.De este modo, paradójicamente, la flota sobre la que los japoneses querían llamar la atención estadounidense casi pasó completamente inadvertida.Intentando atraer la atención estadounidense sobre su formación, Ozawa dio media vuelta y se dirigió al sur, hacia Leyte.Halsey estaba convencido de que la "Fuerza Norte" constituía la mayor amenaza para su flota, y estaba decidido a aprovechar lo que le parecía una oportunidad de oro para destruir las últimas fuerzas aeronavales japonesas.Estaban lo bastante preocupados como para despertar a Wake, quien les preguntó:¿Saben si el almirante Halsey tiene esa información?".Como le dijeron que sí, Mitscher, conocedor del temperamento de Halsey, contestó:"Cuando quiera mi consejo, me lo pedirá", y volvió a la cama.No hubo impactos directos, pero se enviaron constantes informes sobre su avance a Oldendorff y su flota.Fue también la última ocasión en la que una fuerza naval (los estadounidenses, en este caso) lograron "cruzar la T" de una flota enemiga.De cualquier modo, para cuando se entabló el combate, la flota japonesa ya había sufrido fuertes bajas, y su única fuerza de ataque consistía en un acorazado (el Yamashiro) un crucero pesado y un destructor, por lo que la maniobra no tuvo en realidad un peso estratégico desequilibrante.Dada la desinformación reinante, era inevitable que las fuerzas de Kurita cogieran al vicealmirante Clifton Sprague completamente por sorpresa.Los portaaviones de la Taffy 3 pudieron dirigirse al sur y escapar del fuego nipón.Halsey y sus acorazados de la Tercera Flota llegaron demasiado tarde para interceptar a los japoneses en retirada.Sin embargo los acorazados Nagato, Haruna y Kongō habían quedado seriamente dañados por la escolta de la Taffy 3.Como hemos señalado anteriormente, Ozawa solicitó permiso para retirarse, pero recibió órdenes de realizar un ataque "contando con la ayuda divina".[2]​ Al amanecer del 25 de octubre, Ozawa inició el ataque, lanzando 75 aviones contra la Tercera Flota.La mayoría fueron derribados por las patrullas aéreas estadounidenses, y la flota no llegó a sufrir ningún daño.Cuando a las 7:10 las patrullas de exploración dieron con la Fuerza Norte nipona, los aviones ya llevaban un rato volando en círculos sobre la flota estadounidense.Halsey refiere en sus memorias que el mensaje le dejó conmocionado, y se dedicó a revisar personalmente los últimos mensajes recibidos de la Séptima Flota para tratar de esclarecer una situación que se le antojaba incomprensible.A unos 5000 kilómetros de Pearl Harbour, el almirante Nimitz había estado recibiendo informes de las desesperadas llamadas de la Taffy 3, y envió a Halsey un lacónico mensaje:TURKEY TROTS TO WATER GG FROM CINCPAC ACTION COM THIRD FLEET INFO COMINCH CTF SEVENTY-SEVEN X WHERE IS RPT WHERE IS TASK FORCE THIRTY FOUR RR THE WORLD WONDERS".Sobre las 21:30, el submarino estadounidense Jallao logró acertar con un torpedo al Tama, que se fue a pique.Los japoneses intentaron repeler o destruir la flota aliada que se disponía a invadir Leyte.Este componente del plan era esencial para el éxito japonés y no supo ser aprovechado por Kurita.
La flota de Kurita abandonando Brunéi en fila rumbo a Filipinas, el 22-10-1944, en primer plano el Nagato ; en segundo plano, el Musashi y el Yamato ; más adelante los cruceros pesados Maya , Chōkai , Takao , Atago , Haguro y Myōkō
La escuadra estadounidense rumbo a la isla de Leyte.
El Musashi al salir de Brunéi en octubre de 1944, rumbo a la batalla de Leyte.
El Yamato , alcanzado por una bomba cerca del montaje delantero.
El Princeton explota a las 15:23 del 24 de octubre de 1944.
Mapa de los cuatro encuentros de la Batalla del golfo de Leyte. 1: el paso de Palawan, 2: batalla del estrecho de Surigao, 3: batalla del cabo Engaño y 4: batalla de Samar. En rojo, los movimientos de la flota japonesa y sus principales ataques aéreos.
La batalla en el estrecho de Surigao: ejecución perfecta de la maniobra de " cruzar la T ".
La sorpresa nipona en Sámar.
El Chikuma , bajo fuego enemigo durante la batalla de Sámar.
El USS St. Lo (CVE-63).
Los portaaviones nipones Zuikaku (izquierda), y (posiblemente) Zuihō , atacados por bombarderos en picado al principio de la batalla de cabo Engaño.
La tripulación del Zuikaku saludando el arriado de bandera, que representa el fin de las funciones del Zuikaku como navío insignia de la Armada Imperial Japonesa .
El destructor japonés Akizuki , en llamas tras la batalla.
Almirante William F. 'Bull' Halsey, comandante de la Tercera Flota de los Estados Unidos en el golfo de Leyte, al igual que Takeo Kurita, incurrió en errores tácticos.