Soy un gato

La primera traducción directa al castellano de esta obra como Soy un gato, realizada por Montse Watkins, fue publicada en 1996 en Japón por Luna Books.

El perspicaz y sabiondo felino se interna en los escondidos recovecos de la sociedad para escudriñar conductas, escuchar conversaciones y presenciar hechos que le dan pie para sentar cátedra de filósofo.

La novela empieza con el gato, de quizá apenas dos meses, en una cama de paja con su madre y sus numerosos hermanos; un shoshei, al verlo, decide recogerlo y llevarlo con él en un jardín.

El gato narra la fuerza de costumbre diaria del profesor: cada día, al llegar de la escuela, se encierra en su estudio, abre un libro (sea occidental u oriental), y se duerme sobre él, babeándolo todo.

Convive con unos gatos del vecindario: Mike, el gato tricolor, Shirokun, y más adelante, Kuro, aunque a partir de la desolación ambiental y el aislamiento que sufre en el tercer capítulo, no volverá a guardar relación con otros felinos, enfocándose exclusivamente a las actividades humanas.

De igual modo, el maestro se obsesionó con la pintura a la acuarela.

Efectivamente, los demás, por disonancia cognitiva o por falsedad, asentían en todo lo que Meitei decía, sin contradecir, al hablar de algo desde una ignorancia mutua.

Aparecen además otros dos gatos del vecindario llamados Mikeko y Kuro.