Cambio climático
Un cambio climático se define[1][2] como la variación en el estado del sistema climático terrestre, formado por la atmósfera, la hidrosfera, la criosfera, la litosfera y la biosfera, que perdura durante periodos de tiempo suficientemente largos (décadas o más tiempo)[2] hasta alcanzar un nuevo equilibrio.Los fenómenos más conocidos de esta variabilidad interna son la circulación termohalina y ENSO (El Niño).[2] Por consiguiente, las fluctuaciones durante periodos más cortos que unas cuantas décadas, como por ejemplo El Niño, no representan un cambio climático.[29] Las variaciones en la irradiancia solar, por tanto, no han contribuido al cambio climático de las últimas décadas.Los cálculos de Croll fueron perfeccionados independientemente en los años veinte del siglo pasado por el astrónomo serbio Milutin Milanković.Posteriormente, dominaría el aumento del efecto invernadero provocado por el CO2 procedente de la roca carbonatada pulverizada en el impacto.La magnitud de estas emisiones se ha estimado en aproximadamente una década de las emisiones industriales actuales,[88] induciendo primero un ligero calentamiento global y posteriormente un calentamiento importante a largo plazo (unos cien mil años), del que existe evidencia reciente.Hace 225 millones de años todos los continentes estaban unidos, formando lo que se conoce como Pangea y había un océano universal llamado Panthalassa.Se ha comprobado que en épocas pasadas hubo inversiones de polaridad y grandes variaciones en su intensidad, llegando a estar casi anulado en algunos momentos.Se dice que la predictibilidad (duración confiable de predicción) es máximo siete días para discutir cuantitativamente in situ (a escala local).Durante las últimas décadas las mediciones en las diferentes estaciones meteorológicas indican que el planeta se ha ido calentando.El problema es de difícil predicción ya que, como se ve, hay retroalimentaciones positivas y negativas.Todo el planeta tenía un clima tropical y apto para quienes formaban la cúspide de los ecosistemas entonces, los dinosaurios.La mejora de las condiciones térmicas facilitó el paso del Paleolítico al Neolítico hace unos diez mil años.Por término medio los periodos de escasa actividad solar duran unos 115 años y se repiten aproximadamente cada 600.Un mínimo solar tiene que ocurrir como muy tarde en el 2900 y un nuevo período glaciar, cuyo ciclo es de unos cien mil años, podría aparecer hacia el año 44 000.[128][129] En el pasado, ha habido variaciones históricas en el clima de la Tierra con pruebas aportadas por estudios en paleoclimatología, pero las que están ocurriendo actualmente lo están haciendo a un ritmo sin precedentes que no puede ser explicado por causa natural alguna, por lo que, según la evidencia científica del calentamiento global, este drástico cambio solo puede deberse a la desmedida actividad humana de los últimos tiempos, la cual es una de las principales causas del calentamiento global.[141] El cambio climático futuro y los impactos asociados serán distintos en una región a otra alrededor del globo.Estas evaluaciones son compatibles globalmente con las conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.[204] En 2022, un nuevo informe del IPCC titulado Cambio climático 2022: Impactos, adaptación y vulnerabilidad hace énfasis en «adoptar con urgencia medidas para hacer frente a los crecientes riesgos», sosteniendo que nos enfrentamos a un calentamiento de 1.5 °C en las próximas dos décadas, lo cual generará «impactos graves adicionales, algunos de los cuales serán irreversibles».[206] Algunos organismos científicos han recomendado políticas concretas a gobiernos y la ciencia puede cumplir una función en informar una respuesta eficaz al cambio climático.[216] Esta solución se implementará en Noruega a través del proyecto Northern Lights ejecutado por las empresas petroleras Equinor, Total y Shell.Para lograrlo, ACE se basa en seis áreas clave: educación, sensibilización, capacitación, participación pública, acceso a la información y cooperación.En ocasiones, las medidas fiscales como los impuestos al carbono pueden tener un efecto regresivo, afectando de manera desproporcionada a los más vulnerables.[221] Históricamente, las políticas climáticas comenzaron a desarrollarse en los países industrializados en la década de 1950, con un enfoque inicial en la regulación ambiental.[225] Los PNA no solo buscan mitigar los riesgos actuales, sino también promover una adaptación que integre la sostenibilidad en el desarrollo a largo plazo.Este enfoque busca no solo reducir riesgos a corto plazo, sino también garantizar una resiliencia sostenible mediante mecanismos de monitoreo, evaluación y ajustes periódicos.Sin embargo, el CO2 no puede conjugar cualquier desvío e incluso a veces puede fomentar un efecto invernadero desbocado mediante un proceso de retroalimentación.En el estudio del cambio climático se ha caracterizado por un enfoque predominante de las Ciencias Naturales: Meteorología, Física, Química, Astronomía, Geografía, Geología y Biología.De esta manera, el estudio desde diversas disciplinas propende por generar estrategias plurales para mitigar y adaptarse a este fenómeno ambiental.