Desde los años 70, la creciente conciencia ambiental ha convertido esta área en un sector político autónomo de gran importancia a nivel regional, nacional e internacional.
En muchos países, existe un ministerio encargado de asuntos ambientales y han surgido partidos políticos enfocados en temas ecológicos.
Las empresas que adoptan este enfoque logran ser más ágiles y sostenibles, garantizando un desempeño alineado con los estándares ecológicos contemporáneos.
[3] Estas estrategias también juegan un papel fundamental para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la pobreza y el acceso al agua limpia.
[5] Una herramienta relevante en la implementación de estrategias verdes es la Producción Más Limpia (PML), definida por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente como la “aplicación continua de una estrategia ambiental preventiva integrada a procesos, productos y servicios para mejorar la eficiencia y reducir riesgos para las personas y el medio ambiente”.
[5] Las estrategias verdes representan un cambio necesario hacia modelos empresariales que prioricen la sostenibilidad.
Estas prácticas permiten a las empresas contribuir a un desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad, alineando los objetivos económicos con la protección del entorno natural en el camino hacia un futuro más resiliente y responsable.
[6] Las metas deben ser coherentes con los objetivos establecidos, estar alineadas con la política ambiental y contar con indicadores claros que permitan evaluar su progreso.
A continuación, se presentan algunos ejemplos comunes:[7][8] Planificación y seguimiento de las metas ambientales La implementación exitosa de metas ambientales requiere una planificación detallada que incluya: El monitoreo del desempeño es esencial.
En ocasiones, las medidas fiscales como los impuestos al carbono pueden tener un efecto regresivo, afectando de manera desproporcionada a los más vulnerables.
[9] Históricamente, las políticas climáticas comenzaron a desarrollarse en los países industrializados en la década de 1950, con un enfoque inicial en la regulación ambiental.
En América Latina y el Caribe, los jóvenes han mostrado un alto compromiso con la protección del medio ambiente, participando activamente en actividades para reducir el consumo de energía y promover productos sostenibles.
Esta información puede incluir datos sobre actividades u obras que podrían impactar negativamente el medioambiente, así como programas o acciones de mitigación implementados por gobiernos y empresas.
[14] La información ambiental es fundamental para el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas enfocadas en la mitigación del cambio climático.