El relieve terrestre es el término que define a las formas que tiene la corteza terrestre o litosfera en la superficie, tanto en relación con las tierras emergidas como en cuanto al relieve oceánico, es decir, al fondo del mar.
El relieve continental pertenecería a los continentes e islas, y el relieve submarino pertenecería al fondo marino que incluye tanto al suelo de los mares y al de los océanos e incluye a las dorsales oceánicas, el talud continental, la zona abisal y las fosas submarinas.
Son terrenos poco accidentados y bastante bajos, normalmente no superan los 200 metros de altitud.
Constituyen las partes más elevadas del relieve terrestre debido al corto tiempo geológico en el que ha actuado la erosión.
Entre ellas se pueden citar: los valles fluviales, las terrazas aluviales, los conos de deyección (o abanicos aluviales), playas, formas residuales (cerros testigos, etc.), formas características del relieve, como son los cañones o gargantas, los lenares y las dolinas, etc.
Se diferencian dos procesos exógenos principales: la meteorización de las rocas y la denudación del relieve.
Este sistema se emplea poco, pues aunque las cotas estén bien distribuidas, no son expresivas ni sugieren el relieve.
Desafortunadamente, este programa, con un detalle enorme (1 píxel = 1 m), solo está disponible en los Estados Unidos.