Desde que en 1610 Galileo popularizara el telescopio, el Sol y sus manchas han sido observados con asiduidad.
Por término medio los periodos de escasa actividad solar duran unos 115 años y se repiten aproximadamente cada 600.
Actualmente estamos en el Máximo Moderno que empezó en 1780 cuando vuelve a reaparecer el ciclo de 11 años.
Un mínimo solar tiene que ocurrir como muy tarde en el 2900 y un nuevo período glaciar, cuyo ciclo es de unos cien mil años, podría aparecer hacia el año 44 000.
Según nuestro conocimiento actual de la física solar, un Sol más grande y más lento implica necesariamente un Sol más fresco y que proporciona menos calor a la Tierra (el mecanismo que hace que una estrella se expanda y contraiga es aún incierto, aunque muchas estrellas sufren pulsaciones).
El cambio resultante en la producción de carbono-14 durante ese período causó inexactitud en la datación por carbono radiactivo hasta que este efecto fue descubierto.