Ofensiva de Cataluña

Tras postergar el ataque por mal tiempo, el 23 de diciembre de 1938 las tropas franquistas empezaron su ataque a lo largo del río Segre (límite entre los contendientes) y rompieron el frente republicano ese mismo día.Debido al clima nublado y lluvioso, la aviación franquista no logró hacer valer su mayor poderío de fuego, mientras las tropas republicanas lograron defenderse bien parapetadas en quebradas y bosques.Ese mismo día las unidades franquistas de Yagüe lograron cruzar el Ebro y atacaron a los republicanos por el flanco sur, amenazándolos con un gran cerco.Pese a esto, el 8 de enero los franquistas reanudaron su ataque y tomaron Montblanch el día 12.El general franquista Juan Yagüe dirigió sus divisiones del Cuerpo de Ejército Marroquí por la costa mediterránea sin hallar gran resistencia, en tanto la mayor parte de las tropas republicanas estaban absortas en la defensa del flanco occidental.El ataque franquista desde el sur no pudo ser detenido por los pocos batallones republicanos adscritos a Tarragona y gracias a ello las tropas de Yagüe acaban entrando en Tarragona y Reus el 15 de enero, presionando así por el sur a la propia Barcelona que sufría ya los frecuentes bombardeos de la aviación rebelde al igual que Madrid en 1936.Ese mismo día, el ejército franquista atacaba Badalona, Sabadell (tomadas el 27) y Tarrasa (ocupada el 26), mientras cruzaban el río Llobregat.Finalmente, el coronel Jesús Velasco Echave asumió el cargo de comandante militar.El día anterior, el presidente Azaña también salía de su domicilio en Pedralbes hacia el norte.Este último esfuerzo de Comorera con militantes del PSUC y el PCE apenas logró lanzar por las calles proclamas impresas a la población civil, mientras se reunían improvisados «batallones de fortificación» en las principales avenidas para cortar el paso a las tropas sublevadas los días 24 y 25.El día 25 el Gobierno francés había pedido formar una «zona neutral» en territorio español donde pudiesen establecerse los refugiados republicanos bajo supervisión internacional, evitando abrir así los pasos fronterizos a varios miles de civiles españoles, pero Francisco Franco rechazó tal propuesta.Ante ello, Francia abrió la frontera a los refugiados españoles en la noche del 27 de enero; el 28 de enero 15 000 personas pasaron a suelo francés y en los días siguientes tal número aumentó.Empezaba así para muchos republicanos españoles un largo y difícil exilio.Ese mismo día cruzaban la frontera el presidente de la República, Manuel Azaña, junto con el presidente de la Generalidad catalana Lluís Companys y el antiguo lehendakari José Antonio Aguirre.El 10 de febrero las tropas franquistas ya habían alcanzado todos los pasos fronterizos y llegaban a los Pirineos.En las tres primeras semanas de diciembre, antes de que se iniciara la ofensiva sobre Cataluña, fueron bombardeados Barcelona y su puerto (el 5 y el 12), Valencia (el 2 y el 14, siendo dañados dos mercantes y dos petroleros), Sagunto, Alicante, Borjas Blancas, Cervera, Palamós, Mataró, Reus, Comarruga, Vendrell, Tarragona (el 2 y el 20; este último ataque fue efectuado por veinte Heinkel He 111 escoltados por 8 cazas Messerschmitt Bf 109 que ocasionaron una gran destrucción pero ninguna víctima porque la parte baja de la ciudad había sido abandonada por la población), Perelló (que fue bombardeado los días 15, 16 y 17 de diciembre, dejando el pueblo transformado en un montón de ruinas; murieron al menos veinte personas y no fueron muchas más porque la mayoría de sus habitantes hacía tiempo que vivían en las numerosas cuevas de los barrancos que rodeaban la localidad).[8]​ Durante la campaña de Cataluña fueron bombardeadas prácticamente todas las localidades catalanas importantes que no habían sido ocupadas aún por los franquistas y especialmente los puertos y las poblaciones costeras.[9]​ A medida que el ejército franquista se iba acercando, Tarragona fue bombardeada cada vez con mayor intensidad.Los bombardeos volvieron los días 6 (hundiendo el patrullero V-11 fondeado en el puerto) y 9 (cinco muertos), pero el más violento fue el del 14 de enero, el día anterior a la entrada de las tropas franquistas en la ciudad (participaron en el ataque 96 aviones de la Legión Cóndor, entre bombardeos y cazas), e incluso el mismo día 15 fue bombardeado el puerto por Junkers Ju 87 Stuka hundiendo el mercante Cabo Cullera.Entre las caídas de Tarragona y Barcelona fueron bombardeadas casi todas las localidades situadas entre ellas.Al ser inscritas en el registro civil se especificó que el motivo de su muerte había sido el «bombardeo que sufrió [la localidad] con ocasión de su liberación por el glorioso ejército nacional».La cifra de 200 víctimas mortales aportada por algunos investigadores seguramente se queda corta.[1]​ La ofensiva de Cataluña terminó dejando en poder del bando sublevado un importante reducto republicano, en tanto Cataluña poseía valiosos recursos industriales y la segunda ciudad más importante de España, y dejaba toda la frontera francesa bajo control franquista, reduciendo la zona republicana a las regiones del centro y suroeste de la península.Si bien el presidente del Gobierno, Juan Negrín, volvió a la zona republicana el 10 de febrero, el presidente Manuel Azaña renunció a su cargo y se negó a volver a España al igual que numerosos líderes políticos y militares, incluyendo al general Vicente Rojo, para esto Azaña declaraba carecer de los elementos básicos «dentro o fuera de España» para seguir sosteniendo en la práctica la posición de presidente de la República, la cual debió ser asumida por Diego Martínez Barrio en París.Tanto Azaña como otros líderes republicanos exiliados (incluyendo al general Rojo) consideraban perdida la guerra.Tales medidas, impuestas ya en Lérida en abril de 1938 cuando las tropas franquistas entraron en dicha provincia, ahora eran aplicadas a toda Cataluña.
Manifestación fascista en Barcelona tras la toma de la ciudad por el bando sublevado (1939)
Escuadrilla de Stukas como los utilizados por la Legión Cóndor en la ofensiva de Cataluña .