La lucha por dicho paso será sangrienta para ambos bandos, y a finales de septiembre los rebeldes habrán ocupado el puerto y el pueblo de Lozoya.
Mientras lucha en la sierra, es ascendido a comandante el 6 de agosto.
El 30 de marzo de 1938 abandona la dirección XXI Cuerpo para sustituir a Pozas al frente del Ejército del Este, que se encuentra en completamente desorganizado y en plena desbandada.
No pudo evitar la pérdida Lérida a principios de abril, pero conseguirá detener la ofensiva a mediados de mes en el río Noguera Pallaresa.
Al finalizar la guerra civil se exilia a México en 1942, en donde participa en organizaciones conspirativas contra Franco, manteniendo vivo el espíritu de la República.