Batalla del Segre

Por otro lado, la 43.ª División republicana quedó cercada en los Pirineos aragoneses, en una pequeña bolsa situada en torno a Bielsa hacia el 14 de abril.[6]​ Más tarde esta unidad se renombró como Ejército del Ebro y pasó a otras funciones.Las fuerzas republicanas se han estimado en torno a unos 180.000,[1]​ con apoyo de artillería, carros y aviación.Tras el desastre republicano en Aragón se había llevado a cabo una completa reorganización del Ejército del Este, en parte con refuerzos humanos procedentes de nuevas levas y en parte por el armamento soviético que estaba entrando por la frontera francesa que se encontraba abierta de nuevo.Los ataques republicanos por diversos lugares del frente producen ligeras inflexiones pero ningún de ellos prospera.La situación republicana no mejorará y el día 27 las fuerzas del Ejército Popular pasan a la defensiva.La Aviación nacional, inactiva al comienzo de la ofensiva republicano por encontrarse participando en la campaña del Levante y por la climatología, se traslada a la zona e interviene en el contraataque franquista; Su participación acabará resultando decisiva.[10]​ Todos estos fusilamientos fueron llevados a cabo por efectivos de la 62.ª División franquista al mando del general Antonio Sagardía Ramos, que a partir de entonces sería conocido por estos hechos.Las ejecuciones se produjeron a pesar de que la represión republicana durante 1936-37 no había destacado por su dureza, y de que en 1938 esta zona había sido conquistada por los franquistas casi sin resistencia, como llegó a reconocer el propio general Sagardía.No era menos, pues la presencia de la 43.ª División debilitaba aún más a las tropas sublevadas que guarecían las zonas de Tremp y Balaguer, como en conjunto todo el margen izquierdo del Segre y Noguera Pallaresa.Sin embargo, a principios de junio la presión franquista aumentó y el día día 15, ante la imposibilidad de mantener sus posiciones, los republicanos cruzaron la frontera francesa tras volar todas las instalaciones e infraestructuras que pudieran servir al enemigo.[16]​ El 23 de diciembre de 1938 las tropas franquistas lanzaron un ataque sobre las posiciones republicanas del Segre (límite entre los contendientes), rompiendo el frente republicano ese mismo día y dando lugar a la largamente esperada ofensiva sobre Cataluña.Una vez cruzado el río y asegurada la posición, los sorprendidos defensores (una compañía de Carabineros) se vieron abandonados por sus oficiales.Más al norte, en las estribaciones de los Pirineos, Muñoz Grandes y García Valiño rompieron a su vez las líneas republicanas en ese sector.Con el cuartel general en Castelldans, contuvo la ofensiva durante 12 días,[18]​ evitando que las tropas franquistas penetrasen masivamente por el vértice de los ríos Ebro y Segre.1]​ La conquista de Cataluña había comenzado definitivamente, y con ello la Batalla del Segre tocaba a su fin.
Nido de ametralladoras, situado en la línea del Frente del Segre.
La presa de Camarasa , vista desde la parte trasera.