Este ataque se produjo en los momentos finales de la Ofensiva de Cataluña, cuando los republicanos se encontraban en retirada hacia la Frontera Francesa.
[1] La Aviación republicana era incapaz de ofrecer cualquier resistencia seria en el espacio aéreo y se hallaban más preocupada en concentrar el material aéreo superviviente para retirarse a Francia o volver a la Zona centro republicana que aún resistía.
[1] El caos entre los militares y dirigentes republicanos era total y los principales mandos de la Aviación apenas si estaban en constante comunicación entre sí.
[3] El 5 de febrero fueron atacados varios aeródromos republicanos, entre otros los de Figueras y Vilajuiga; En este último fueron destruidos y gravemente dañados buena parte de los efectivos que en él se hallaban.
[4] Constituyó uno de los más importantes golpes a la Fuerza Aérea Republicana en toda la guerra, dado la cantidad de aparatos que resultaron destruidos o gravemente dañados.