Bombardeo del mercado central de Alicante

Según estudios y entrevistas posteriores a los supervivientes, las escenas ocasionadas por tanta destrucción fueron dantescas, con muchas bajas por decapitación.Por esas mismas fechas, hubo bombardeos sobre otras poblaciones civiles en toda la costa mediterránea, a cargo de los aviones italianos de Mallorca, que no cesaron hasta que se inició la Batalla del Ebro.El cuerpo diplomático acreditado en Alicante hizo público un comunicado en el que mostraba su pésame por las "numerosas víctimas producidas pertenecientes al elemento civil" y denunciaba que "el ataque haya sido recibido en el casco céntrico de la población, alejado de objetivos militares".En la actualidad, tan sólo una modestísima placa de cerámica en la pared del Mercado Central recuerda este hecho doloroso.Además una parte de la población abandonó la ciudad (la llamada "columna del miedo") e incluso las autoridades tuvieron que tomar medidas muy severas para que los obreros continuaran trabajando, especialmente en el puerto.Si entramos en el interior del mercado observaremos también la sirena antiaérea, que no llegó a sonar, junto al reloj que marca la hora del bombardeo.Asimismo, las placas cuentan con unos 300 agujeros rellenados con terminales de fibra óptica, que cada mediodía (12:00) se iluminan de color rojo durante 10 minutos para conmemorar a los fallecidos en la masacre.
Placa en recuerdo de las víctimas del bombardeo.