Fue más tarde y gracias a los cañones que aún conservaban cuando se consiguió reducir la defensa, matando al teniente y a prácticamente todos los defensores que se encontraban allí.
Sólo se salvaron 14 soldados nacionales (7 de ellos heridos) y 26 voluntarios que fueron todos hechos prisioneros.
Se fusiló al azar a 10 supervivientes para dar ejemplo y otros nueve murieron de sus heridas.
Entre los supervivientes se contaron el socialista Carlo Rosselli, Albert O. Hirschman del POUM,[3] o los anarquistas Camillo Berneri, Maria Zazzi y Leonida Mastrodicasa.
Pero quizá la razón definitiva y más importante fueron las tensiones internas en el propio bando republicano entre los partidarios de llevar a cabo la Revolución a la vez que la Guerra (CNT/FAI, POUM, etc) y los que la reprimieron por orden de Moscú (PCE, PSUC, etc).