En cambio "la Marina de los sublevados aprovechó al máximo sus exiguos recursos y la ayuda que recibió del extranjero".
Los otros siete submarinos también quedaron del lado gubernamental cuando fracasó la sublevación en las bases navales de Cartagena y Mahón.
Así fue como la base y los tres buques de importancia que había en ella se unieron a la sublevación.
[17] En la zona republicana los oficiales detenidos por las dotaciones cuando se amotinaron fueron tratados con corrección (solo hubo muertos en aquellos casos, como el del acorazado Jaime I, en que los oficiales resistieron al motín) y en general fueron entregados legalmente a las autoridades republicanas.
[36] La flota republicana y la base naval de Cartagena fueron aumentando su importancia estratégica para la causa del bando republicano a media que aumentaban las dificultades para el abastecimiento procedente del exterior por vía terrestre, como consecuencia de los cierres frecuentes de la frontera francesa, por lo que el mantenimiento del "cordón umbilical" marítimo con la Unión Soviética era vital para los republicanos.
También tenía en su poder el crucero ligero República, rebautizado como Navarra, (botado en 1920) pero este se encontraba en reparaciones y no entró en servicio hasta muy avanzada la guerra, en agosto de 1938.
Y en cuanto a los barcos que abastecían al bando sublevado tampoco tuvieron muchas dificultades para sortear la patrulla naval porque los alemanes cambiaban su bandera por la de Panamá a mitad de su viaje y los italianos probablemente por la española.
Finalmente la flota italiana también participó en la patrulla de las rutas gracias a un acuerdo posterior con Gran Bretaña aunque Italia nunca reconoció que los submarinos "piratas" o "fantasmas" eran suyos.
El dominio inicial del Mar Cantábrico correspondió a la pequeña Armada del bando sublevado cuyas primeras misiones fueron bombardear la costa para apoyar a las fuerzas rebeldes en tierra, atacar objetivos estratégicos y apoyar la campaña de Guipúzcoa dirigida por el general Mola que en la primera quincena de septiembre consiguió tomar Irún y San Sebastián, cortando así la comunicación de la zona norte republicana con Francia.
[83] Otra de sus misiones fue bloquear el tráfico marítimo que se dirigiera a los puertos republicanos.
Mientras tanto los barcos de la Armada del bando sublevado (el acorazado España, el destructor Velasco, tres mercantes artillados y las flotillas de bous armados con base en puertos gallegos y en Pasajes) eran dueños del Cantábrico y controlaban los accesos a los puertos republicanos de la franja norte apresando a voluntad los barcos mercantes que se dirigían a ellos.
Seguramente la desaparición fue provocada por su comandante, el capitán de corbeta José Lara Dorda, adicto a la "causa nacional".
En la base de Málaga solo se encontraba el guardacostas Xauen y no había ningún submarino, ni ningún destructor, y las fuerzas de aviación se reducían a diez o doce aparatos.
[108] Solo el C-6 que estaba mandado por un oficial ruso, plantó cara a la Armada franquista.
[117] Así que a principios de septiembre de 1937 Asturias solo contaba para su defensa naval con el destructor Císcar y con el submarino C-6 con mando ruso, y ambos fueron hundidos a mediados del mes siguiente.
(...) Así terminó la guerra naval en el Norte de España, con pena y muy poca gloria".
Gran Bretaña sabía que los ataques habían sido obra de submarinos italianos, aunque Italia lo negaba, porque había descifrado los mensajes intercambiados entre ellos pero no lo podía hacer público porque se delataría que conocían la clave utilizada por la marina italiana.
Finalmente la flota italiana también participó en la patrulla de las rutas gracias a un acuerdo posterior con Gran Bretaña aunque Italia nunca reconoció que los submarinos "fantasmas" eran suyos.
"No había más alternativa, decía el almirante Cervera [jefe del Estado Mayor], que liarse la manta a la cabeza si se quería frenar la llegada de material enemigo".
Mientras tanto los mercantes se había refugiado en Cherchel o en Argel, donde uno de ellos quedó embarrancado.
El Canarias alcanzó al destructor Sánchez Barcáiztegui y consiguió apoderarse de los dos transportes conduciéndolos a Palma.
[137] Ante el intenso bloqueo naval "nacional" en el Mediterráneo los transportes de material de guerra desde la URSS utilizaron una ruta alternativa: desde los puertos soviéticos del Báltico hasta los puertos franceses y desde allí por tierra hasta la frontera catalana.
El gobierno británico protestó de nuevo y se reprodujo en la Cámara de los Comunes el intenso debate que ya había tenido lugar pocos días antes con motivo del hundimiento del Endymion.
Para evitar mayores problemas con los británicos se ordenó a la aviación alemana e italiana con base en Mallorca que sus bombardeos se dirigieran contra barcos que estuvieran dentro de las aguas jurisdiccionales y, sobre todo, contra los puertos.
Y de nuevo se produjo un intenso debate en el parlamento británico en el que la oposición laborista y liberal atacó al gobierno conservador por no actuar pero este respondió que si lo hacía se arriesgaba a desencadenar una guerra generalizada en Europa.
[141] Los dos destructores ingleses son alcanzados, causándoles bajas (un muerto y cuatro heridos en el Boreas).
Un disparo certero en la santabárbara provocó el hundimiento del carguero y la muerte de 1223 hombres".
Nada más llegar las autoridades francesas les dijeron que los barcos serían entregados inmediatamente a Franco.
Manera que en 1938 era comandante del destructor Alsedo y profesor de la Escuela Naval Popular.
[163] Otro factor fundamental en la falta del dominio del mar, según Alpert, fue que la ayuda exterior que recibió la República en el terreno naval de la Unión Soviética fue prácticamente nula (se limitó a unos pocos asesores y a cuatro lanchas torpederas, además de que la Armada soviética no estaba desplegada en el Mediterráneo), mientras que los sublevados contaron con "la ayuda sistemática alemana e italiana, no solo porque pudieron así terminar los dos nuevos cruceros [Canarias y Baleares], remozar uno viejo [el República rebautizado como Navarra] y construir tres minadores [Júpiter, Vulcano y Marte], sino también porque los alemanes y los italianos escoltaban sus propios transportes.