[2] Una línea que permaneció más o menos estable hasta finales de 1937, que iba desde la cuenca del Alfambra y del Aguas Vivas, en el sur, por la Sierra de Alcubierre y los llanos de la Violada hasta el Pirineo, tomando como divisoria la línea del Gállego en su tramo superior.
En el territorio aragonés que las milicias anarcosindicalistas fueron ocupando pronto se organizó una entidad autónoma, el Consejo Regional de Defensa de Aragón, que organizó numerosas colectividades agrarias.
Los republicanos, que disponían de una superioridad numérica frente a los sublevados, sufrieron 1000 bajas en dos semanas y fracasaron completamente.
La madrugada del 24 de agosto los republicanos atacaron el frente enemigo de 100 km con penetraciones en 8 puntos distintos, logrando penetrarlo y dejando aisladas algunas localidades (Belchite, Quinto, Codo).
[11] Ambos contendientes sufrieron graves bajas y numerosas pérdidas materiales, pero el Ejército Popular quedó muy quebrantado para las próximas operaciones.
El día 15 las vanguardias "nacionales" habían alcanzado las afueras de Caspe,[12] mientras que el 22 caían todas las posiciones republicanas entre Zaragoza y Huesca, y comenzaba un nuevo avance de mayor dimensión.