Desplegada en el frente pirenaico, la unidad tuvo un papel relevante durante diversas batallas que se sucedieron en este sector.
A finales de 1937 la división, con cuartel general en Boltaña, cubría el frente que iba desde la frontera francesa hasta el río Guarga.
[9][10] La 43.ª División, aislada del resto de la España republicana y con medios mucho menores, había resistido durante dos meses al Ejército franquista.
[12] Transportados por ferrocarril, los soldados de la 43.ª fueron recibidos afectuosamente a su paso por Toulouse, Narbona y Gerona.
La unidad fue reequipada con el armamento que había sido capturado a la 50.ª División franquista durante las primeras jornadas de la batalla del Ebro.
[15] Posteriormente la división fue integrada en el XXIV Cuerpo de Ejército, cubriendo el frente del bajo Ebro.
[16] Tras el nuevo ataque del ejército franquista en diciembre de 1938, la unidad se retiró hacia Tarragona.