Sitio de Oviedo (1936)

El sitio de Oviedo hace referencia a las operaciones militares que tuvieron lugar en torno a esta ciudad durante los primeros meses de la guerra civil española, enfrentando a las fuerzas sublevadas o «nacionales» contra las fuerzas leales al gobierno republicano y, principalmente, las poderosas milicias obreras.Desde entonces ésta quedó sitiada por las milicias mineras y/o obreras que se habían mantenido fieles a la República.[4]​ Ya en la noche del 17 de julio, tras conocerse la sublevación del Ejército en el Protectorado de Marruecos, los sindicatos y organizaciones obreras comenzaron a prepararse para hacer frente a una posible sublevación militar en la región.Aranda tenía reputación de ser masón y liberal,[8]​ por lo que mantenía buenas relaciones con las autoridades locales.No obstante, regresó a la capital ovetense con una pésima impresión sobre la actuación que tendrían tanto los guardias de asalto en Gijón como los carabineros en Avilés cuando se produjera la sublevación.[11]​ A pesar de todas las dificultades, los sublevados pudieron contar con la presencia en Oviedo del comandante Gerardo Caballero.[17]​ El coronel Franco finalmente no se unió a los rebeldes, lo que dejó la fábrica de Trubia en manos republicanas.Desde Radio Asturias se lanzó una alocución en la que justificaba la rebelión para devolver el orden a la República.[25]​ La resistencia sublevada en Gijón continuó hasta el 21 de agosto, cuando cesó por completo.A partir de ese momento los republicanos centraron sus esfuerzos en la capital asturiana.Ello facilitó que la fuerza de relevo realizara avances sustanciales hacia la capital provincial.[28]​ Dentro de la ciudad, se desató una fuerte represión contra todos aquellos sectores y personas considerados izquierdistas; Aranda autorizó que los escuadrones falangistas salieran cada noche en busca de personas a las que detener, y con frecuencia a la mañana siguiente solían aparecer cadáveres en las calles.[29]​ Dos destacados sindicalistas —Otero, un minero socialista, e Higinio Carrocera, un trabajador metalúrgico anarquista— asumieron la dirección de la operaciones en Oviedo.[30]​ Posteriormente el teniente coronel Javier Linares Aranzabe fue nombrado jefe del sector de Oviedo y dirigió los asaltos contra la ciudad.Alrededor de 1500 bombas y proyectiles de artillería fueron arrojadas sobre Oviedo, provocando la interrupción del suministro del gas, la electricidad, y la red telefónica, provocando un apagón total en la ciudad.Los defensores reaccionaron situando varias piezas de artillería en posición elevada para que actuasen como cañones antiaéreos.Además, se vieron apoyados por tres tanques Trubia A-4 del Regimiento de Infantería «Milán».[33]​ El potente bombardeo había provocado numerosas bajas civiles, aunque hubo más muertes debido a la falta de agua para la higiene.Muchas personas que simpatizaban con el Frente Popular se acabaron uniendo a las fuerzas sublevadas en Oviedo porque algún miembro de su familia había resultado muerto o herido por las explosiones de la artillería republicana.[34]​ Los sitiadores incrementaron la presión sobre Oviedo a medida que fue avanzando el mes de septiembre.Los combates duraron una semana, y uno tras otro los sublevados fueron perdiendo los puntos fuertes de la línea defensiva.La ciudad todavía sufriría varios ataques republicanos que, sin embargo, no lograron prosperar.Esta victoria le dio a Aranda una gran fama y popularidad en la zona sublevada.
Búnker situado en los alrededores de Oviedo , levantado durante el sitio a la ciudad.