Batalla de Valsequillo
Desde la derrota republicana en la batalla del Ebro, la suerte de ésta y su ejército había quedado completamente sentenciada.Por otro lado, el jefe del Estado Mayor Central del Ejército Popular, Vicente Rojo, llevaba largo tiempo sopesando una operación militar de gran envergadura conocida como Plan P, proyectada por él mismo desde 1937 y cuya estrategia consistía en cortar en dos la zona sublevada y arrebatar territorio estratégico al bando sublevado.[6] El fracaso del desembarco en Motril no desanimó a Rojo, quien insistió en aplicar el ataque en Extremadura, muy parecido al original Plan P inclusive cuando las tropas franquistas ya habían empezado la Ofensiva de Cataluña.Inclusive Rojo plantea a los generales Escobar y Matallana que, de ser posible, el avance continuara hasta alcanzar la frontera de Portugal o conquistar Córdoba o Sevilla.[3] Estaban compuestas por las siguientes fuerzas: A partir del 16 de enero se enviaron algunos refuerzos, como fue la 38.ª División.En general, las unidades del Ejército de Extremadura eran muy numerosas en cuanto efectivos humanos, no así en lo que se refería a armamento y suministros.[2] Los republicanos, no obstante, logran ocupar Los Blázquez y Peraleda del Zaucejo el día 7 de enero.[14] Las tropas franquistas quedan inicialmente impresionadas con el avance republicano, y el propio Queipo de Llano advierte que carece de reservas organizadas en Andalucía para afrontar el ataque, por lo que pide continuamente refuerzos a Franco; paulatinamente algunas unidades de refuerzo se organizan y logran formar una línea defensiva coherente, aunque esta vaya cediendo lentamente ante las acometidas republicanas.[15] Camiones y tanques quedan clavados al suelo, aunque este temporal impide que puedan ser atacados por la aviación rebelde que acude de otros sectores y empieza a hacerse presente.Fueron momentos de gran tensión entre los militares franquistas, ya que la amenaza republicana no era exagerada teniendo en cuenta su amplia ventaja en hombres.Al hacerse inviable continuar la ofensiva, las tropas republicanas pasan la defensiva, en tanto sus tanques se encuentran inmovilizados en el barro y los cañones no pueden seguir a las fuerzas de vanguardia.Así pues, se forma una bolsa republicana con un gran número de poblaciones y defendida ésta al norte por la Agrupación Toral y al sur por el XXII Cuerpo de Ejército.[19] La acción republicana continua hasta inicios de febrero, cuando las tropas gubernamentales mantienen el fuego sobre los franquistas que avanzan.Para cuando el 4 de febrero las tropas republicanas vuelven a sus posiciones iniciales, las tropas franquistas en Cataluña se encontraban a unos días de alcanzar la Frontera francesa, tomando Port-Bou y Puigcerdá el 10.La nueva derrota convenció a muchos militares republicanos, incluyendo al general Escobar, de que la guerra estaba irremisiblemente perdida y que el ejército republicano no tenía ninguna posibilidad de alterar dicha situación.