Entre ambas localidades se alzan la sierra del Oro y el pequeño enclave de Puerto Hurraco.
Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la campaña del rey Sancho VII, en 1215, formando parte de las tropas que conquistaron varias localidades valencianas y que el papa Honorio III reconoció su propiedad en 1216.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura, conocido antaño como Monterubio y Monterrubio.
También resulta de interés otra cercana con portada conopial enmarcada en alfiz y ventana superior con escudo.
Realizaciones de carácter semejante proliferan en las calles Mesones, Mercadillo, Maestras Isabel y Antonia, etc.
Le siguen los Carnavales (febrero) y San Isidro Labrador (15 de mayo), dos fiestas con mucha participación popular.
Los lunes y jueves en la localidad existe un mercadillo en la calle Feria, donde se puede adquirir artesanías locales, utensilios de cocina, ropas, frutos secos y flores.
Los mismos días en el centro cerca de la plaza Mayor, en la calle del Coto, en el mercado de abastos se venden los productos comestibles frescos.
Es por ello, que la gastronomía de la localidad está presidida por el uso del buen aceite.
Además, son afamados los dulces caseros elaborados especialmente en Carnaval, destacando los pestiños, flores, rosquillas... y platos tan típicos de la cocina extremeña como el gazpacho extremeño, migas, caldereta, etc.