Manresa

Se encuentra situada en el pla de Bages, cerca del ángulo donde confluyen los ríos Llobregat y Cardener.

La ciudad también destaca por su conjunto medieval, con sus puentes sobre el río Cardener y su colegiata de estilo gótico (llamada La Seo).

Además, en esta ciudad también se encuentran iglesias de estilo barroco, así como interesantes edificaciones modernistas.

La orografía urbana está claramente marcada por la existencia de varios cerros (Puigcardener, Puigmercadal, Puigterrà, Puigberenguer y Tossal dels Cigalons).

Los tres meses de sequía son junio, julio y agosto con valores en torno a los 35-38 °C.

Diciembre, enero y febrero son los meses más fríos del año.

Recientemente se han recuperado diversos materiales, especialmente cerámicas, que permiten identificar la existencia de un poblado ibérico hacia el siglo VI a. C. que se mantendría hasta finales del siglo I a. C. Era, posiblemente, la capital de los lacetanos que habitaban las comarcas actuales de Bages, Solsonés, Noya y Segarra.

El cónsul Catón tuvo que conquistar esta zona hacia finales del siglo I para evitar las luchas con los poblados costeros romanos.

Se cree que los romanos bautizaron el primitivo núcleo urbano con el nombre de Minorisa (o Manorasa), con motivo de las varias veces que había sido destruida la ciudad durante guerras y batallas.

Esta teoría, sin embargo, es cuestionada por otros historiadores, al no existir documentos de época romana que mencionen su existencia.

Unos años más tarde, en 796, los cristianos la ocuparon y Manresa entró a formar parte de la Marca Hispánica.

Manresa tenía una gran importancia militar como sede de un condado sin conde, un territorio muy extenso que llegaba hasta las cercanías de Lérida, vigilado por la altas torres denominadas, precisamente, «torres manresanas».

En el siglo XII se produjo un nuevo ataque sarraceno, pero la ciudad, mejor organizada, pudo rehacerse rápidamente.

Había también, en esa época, una importante comunidad judía, ubicada en la actual Bajada de los Judíos, en la que tenían una escuela, una sinagoga y unos recientemente encontrados mikvah; se dedicaban, principalmente, al préstamo y profesiones liberales.

Su presencia nunca fue problemática ni se ha encontrado prueba alguna que delatara persecuciones o disturbios.

Epidemias, problemas dinásticos y, sobre todo, la Guerra civil que enfrentó a la Generalidad con el rey Juan II durante el decenio de 1462-1472.

Su tracción era mediante pedales accionados por el conductor, es decir, se trataba de un híbrido entre una bicicleta y un carruaje.

Durante los primeros años del siglo XX hubo una gran movilización política y social en la ciudad.

En paralelo, se desató una represión brutal contra los miembros del clero y los elementos conservadores de la ciudad.

A pesar de que las actividades industriales y servicios son los más destacables, el sector primario no está totalmente marginado.

El regadío, que aprovecha el agua de la histórica acequia de Manresa, se dedica, especialmente, a las verduras, legumbres y fruta, como también a los cereales, trigo, maíz, patatas y forraje.

Los partidos se juegan en el pabellón del Nou Congost, con una capacidad de 5000 espectadores.

La Seo
Vista oriental de la ciudad en un grabado de la primera mitad del siglo XIX
Manresa en 1881
Farinera la Florinda
Ayuntamiento de Manresa
Casa Torrents
Cueva de San Ignacio
Casa de la Cultura de la Caja de Pensiones