Casino de Manresa

El cuerpo principal del edificio se construyó a lo largo de tres años (1906-1909) como una obra de transición hacia el modernismo.

La fachada sigue un tipo de estructura clásica y al mismo tiempo contiene elementos modernos, como lo son por ejemplo el diseño de ventanas y balcones o los motivos ornamentales.

Desde ese momento ya podía hacerse uso del edificio tal como hoy en día lo conocemos.

Este nombre fue recogido por Joaquim Amat-Piniella en el título de una de sus novelas inspirada en el Casino y en la gente que lo frecuentaba (1956).

Tras una intensa campaña ciudadana en Manresa, en 1980 fue declarado Monumento Histórico Artístico, evitando así su posible derribo por medio de una operación especulativa.