Consejo Nacional de Defensa
Mientras tanto, la Unión Soviética había suprimido los suministros a la República el 5 de febrero.La presidencia del Consejo le fue ofrecida al veterano líder socialista Julián Besteiro, el personaje más popular de los miembros, que no aceptó al considerar que debería presidirla un militar debido a las circunstancias,[cita requerida] aunque aceptó una consejería de las ocho que componían el Consejo, y quedando la presidencia en manos del general Miaja.La tarde de ese mismo día Negrín abandonó España saliendo en avión desde Monóvar con sus ministros.Pocas horas después le seguían desde el mismo punto los asesores soviéticos y toda la jefatura máxima del PCE que estaba presente allí, junto con otros muchos líderes comunistas extranjeros que les acompañaban.Al conocerse el contenido de esta Ley en la zona republicana creció el miedo a las represalias, pues la norma daba a Franco un poder absoluto y discrecional para ejercer represalias contra todos los simpatizantes del antiguo Frente Popular.Esto evitaba un "compromiso entre militares" de última hora (similar al Abrazo de Vergara) que legitimara después a los republicanos para formar oposición y entorpeciera la autoridad absoluta del nuevo Caudillo.Sobre las temidas represalias, Franco tan solo ofrecía una vaga promesa verbal de justicia a quienes no hubieran cometido crímenes, sin dar más explicaciones.Los emisarios republicanos volvieron a Madrid en la mañana del 26 para apurar la entrega de la aviación pero ya era tarde.En la madrugada del 27 de marzo Franco no esperó más y ordenó a sus tropas lanzar la ofensiva.Casado ordenó a las tropas de la República que se rindieran sin resistencia, aunque en las semanas previas gran cantidad de soldados republicanos ya habían desertado masivamente, sin que sus oficiales lo impidieran.[3] Casado había contactado con el cónsul británico en Valencia la posibilidad de que su gobierno le facilitara la salida de España a él y a las personas comprometidas en el Consejo Nacional de Defensa una vez que las "negociaciones" con los representantes del general Franco para obtener una "paz honrosa" habían fracasado estrepitosamente.[4] Sin embargo, cuando Casado llegó a Valencia el cónsul británico Goodden le dijo que se dirigieran a Gandía donde estaba esperándoles un buque de guerra británico en el que podrían embarcar para abandonar España.[4] En la madrugada del jueves 30 de marzo Casado más 143 hombres, 19 mujeres y 2 niños embarcaron en el buque británico "Galatea" (sobre esas mismas horas el general Miaja, que desde hacía días estaba en Valencia, salía de España en avión con destino a Orán).La operación del embarque en Gandía estuvo vigilada en todo momento por el mercante armado franquista Mar Negro, que no intervino.