[3] Según otros autores, como Mijail Koltsov, corresponsal del diario moscovita Pravda y enviado personal de Stalin a España, fue el general José Enrique Varela quien pronunció la frase.
[5] Esa idea y expresión pasó seguidamente a todas las guerras posteriores, como en la Segunda Guerra Mundial, y se llamó así a los franceses que, residiendo dentro de Francia, esperaban en 1940 el triunfo de la Alemania nazi.
En otras ciudades, como Barcelona, Valencia, Santander o Alicante, el papel hecho por la quinta columna fue también de gran importancia y ayuda para la estrategia rebelde.
En Reino Unido, se repitió esta operación con numerosos residentes alemanes, detenidos en la isla de Man hasta el fin del conflicto.
En ese mismo conflicto, organizaciones de la minoría alemana en Polonia y Checoslovaquia formaron las Selbstschutz (autodefensa), que colaboraron activamente con el Tercer Reich.