Manuel Valdés Larrañaga

Durante el Tardofranquismo se hizo especialmente conocido por sus posiciones ultraderechistas e inmovilistas.

[3]​ También destacó en el fútbol, llegando a jugar con el Atlético de Madrid como extremo derecho.

[13]​ Valdés, que organizó la Falange clandestina durante su estancia en el Hospital penitenciario,[11]​ asumió la dirección de la organización en sustitución de Raimundo Fernández-Cuesta[14]​ —que se había trasladado a la zona sublevada, tras ser canjeado por Justino de Azcárate— y habría actuado a las órdenes directas del jefe del SIPM, el coronel José Ungría.

[18]​ Aunque era considerado un camisa vieja,[19]​ en realidad aceptaba sin discusión el liderazgo de Franco.

[25]​ Valdés mantuvo una estrecha relación con Erich Gardemann, consejero de la embajada alemana en Madrid.

[9]​[b]​ En las postrimetrías de la Dictadura franquista fue nombrado vicesecretario general del Movimiento,[1]​ ocupando el cargo entre 1971 y 1973.

[37]​ En junio de 1975 se integró en una nueva asociación política, el Frente Nacional Español,[c]​ junto a otros falangistas «históricos» como Jesús Suevos, José Antonio Elola, Agustín Aznar o Raimundo Fernández-Cuesta.

Retirado de la vida política, durante sus últimos años colaboró con la Fundación Nacional Francisco Franco.