Durante el Tardofranquismo se hizo especialmente conocido por sus posiciones ultraderechistas e inmovilistas.
[3] También destacó en el fútbol, llegando a jugar con el Atlético de Madrid como extremo derecho.
[13] Valdés, que organizó la Falange clandestina durante su estancia en el Hospital penitenciario,[11] asumió la dirección de la organización en sustitución de Raimundo Fernández-Cuesta[14] —que se había trasladado a la zona sublevada, tras ser canjeado por Justino de Azcárate— y habría actuado a las órdenes directas del jefe del SIPM, el coronel José Ungría.
[18] Aunque era considerado un camisa vieja,[19] en realidad aceptaba sin discusión el liderazgo de Franco.
[25] Valdés mantuvo una estrecha relación con Erich Gardemann, consejero de la embajada alemana en Madrid.
[9][b] En las postrimetrías de la Dictadura franquista fue nombrado vicesecretario general del Movimiento,[1] ocupando el cargo entre 1971 y 1973.
[37] En junio de 1975 se integró en una nueva asociación política, el Frente Nacional Español,[c] junto a otros falangistas «históricos» como Jesús Suevos, José Antonio Elola, Agustín Aznar o Raimundo Fernández-Cuesta.
Retirado de la vida política, durante sus últimos años colaboró con la Fundación Nacional Francisco Franco.