Su denominación alude a la cuenca del mar Mediterráneo: mientras que la mayoría de yacimientos están situados próximos al mar Comunidad Valenciana y Cataluña, muchos de ellos están en el interior, en comunidades como Aragón y Castilla-La Mancha.
En ese caso sería llevado a cabo por un supuesto grupo capsiense proveniente del norte de África.
Aceptada su edad pospaleolítica, Eduardo Ripoll realizó en la década de 1960 un nuevo esquema cronológico, dividiendo el arte en cuatro etapas: naturalista, estilizada estática, estilizada dinámica y una última fase de transición al esquematismo.
Se representan desnudos por lo menos del tórax y algunas veces con una especie de pantalones.
Los instrumentos representados en las ilustraciones suelen ser flechas, palos, carcajes y bolsas.
Suele ser protagonista la naturaleza y sobre todo la fauna (zoomorfismo) que es objeto de representación, se puede averiguar de algunas pinturas cómo existe una correspondencia con algunas de las especies actuales: cérvidos, cápridos (es el animal más representado en las ilustraciones), bóvidos (son muy dudosos y casi son una interpretación), que bien aparecen solos o agrupados en manadas.
Se suele encontrar en abrigos rocosos (protegidos por una cornisa natural) y no en cuevas de escasa profundidad en los que la luz del sol puede llegar a penetrar sin dificultad.