Mateo el Evangelista

[1]​ Alguna crítica secundaria actual relativiza esta atribución, al menos respecto al texto que nos ha llegado como tal,[2]​[3]​ pero más probablemente el libro de Mateo fue compilado por el apóstol unos años después de dichos sucesos usando notas escritas en arameo.

Ese mismo día hizo una gran fiesta a la que asistieron Jesús y sus discípulos.

Según Eusebio de Cesarea, predicó durante quince años en Judea, donde escribió su Evangelio hacia el año 80.

El primer autor conocido en establecer esta atribución fue Papías, quien, hacia 110 o 120, en un texto citado por Eusebio de Cesarea, dice: «Mateo [...] recogió en orden los logia en dialecto hebreo y cada cual los interpretó como podía» (Historia eclesiástica, III, 39,16).

El primitivo original semítico se ha perdido, aunque varios autores antiguos lo citan; pareció basarse en los dichos de Jesucristo y lo utilizó Mateo para su propia predicación.

Al igual que los otros evangelistas, Mateo aparece a menudo en el arte cristiano.

Estatua de San Mateo en el frontis de la Catedral de Lima