Cueva de Doña Clotilde

El sitio es fácilmente accesible desde Albarracín por la carretera local que atraviesa los Pinares de Rodeno hacia Bezas.[3]​ En 1949 Martín Almagro Basch da a conocer la cueva de Doña Clotilde.El friso pintado ocupa una zona alargada horizontalmente, casi toda en su mitad inferior al ras del suelo del covacho.[5]​ Se han catalogado unas 40 figuras en distintas tonalidades de rojo, en concreto 15 cuadrúpedos indeterminados y 19 representaciones antropomorfas desde figuras del arte levantino hasta esquematizadas y filiformes.Además aparecen representaciones serpentiformes, arbóreas y geométricas, estas últimas muy a menudo ancoriformes.
Croquís de la cueva