Freginals aparece documentado por primera vez en el año 1222, aunque únicamente como topónimo.
Después de la batalla de Almansa, las tropas borbónicas incendiaron la población, ya que Freginals siempre se mantuvo fiel a Carlos VI.
La iglesia parroquial de Freginals está dedicada a San Bartolomé y fue construida en el siglo XVIII en reemplazo del antiguo templo.
El edificio consta de una única nave y cuenta con altares laterales.
En el centro del pueblo, se encuentra la antigua casa familiar de los Miralles.