Segunda guerra civil de la República romana

César persiguió a Pompeyo pero no logró darle alcance, consiguiendo este último cruzar el Adriático con su ejército y decenas de senadores.

Fue la primera vez en la historia que un ciudadano romano marchaba contra Roma al mando de sus legiones, quebrantando la legalidad republicana y creando un peligroso precedente para la posteridad.

Revocada su condición sacerdotal, César partió hacia Oriente, donde se había iniciado una nueva guerra contra Mitrídates VI.

El consulado de César fue un auténtico terremoto político: creó las bases para las grandes reformas políticas, económicas y sociales que Roma exigía, creando un cuerpo de leyes que sería la base del Derecho romano y legislando una reforma agraria para dar tierras públicas a las familias más pobres, cosa que le granjeó el odio de los Optimates entre ellos Catón el Joven[1]​ y Marco Bíbulo, su colega consular.

Algunos senadores observaron con temor como Julio César se volvía cada vez más popular entre la plebe, a la par que amasaba una gran riqueza personal.

Con el ascenso del triunvirato para garantizar sus intereses y su poder, César mantuvo tranquilamente su mando sobre la Galia.

El escándalo político fomentó la agitación callejera llegando a extremos inusuales, creándose un verdadero estado de anarquía.

Estas voces fueron duramente criticadas por los constitucionalistas y Catón al frente, que apoyó a Milón como contrapeso de Pompeyo como cónsul.

Pompeyo tomó el mando de dos legiones en Capua y empezó a reclutar levas ilegalmente, una vergüenza que como era predecible aprovecharon los cesarianos en su favor.

Tras una larga lista de sus muchas gestas, propuso que tanto él como Pompeyo renunciaran al mismo tiempo a sus mandos.

Antonio, Celio y Curión se vieron forzados a abandonar Roma disfrazados como esclavos, acosados por las bandas callejeras.

[8]​ César inició su marcha hacia Roma y tomó por sorpresa Arímino, ciudad en la que se encontraba Marco Antonio.

Cicerón posteriormente declararía que esta decisión fue un reflejo de debilidad, dando a César más legitimidad y confianza.

Corfinium no padeció ningún daño y las levas de novatos pasaron a ser parte del ejército controlado por César.

Cayo Escribonio Curión desembarcó con éxito en Útica al mando de dos legiones para tomar la provincia, que permanecía bajo autoridad conservadora establecida por Publio Atio Varo.

Inmediatamente, y sin perder tiempo, se dirigió con el resto de las tropas a la Hispania Citerior para reforzar las tres legiones que había enviado allí anticipadamente.

La escuadra pompeyana, advertida de los movimientos, se hizo a la mar, interceptando en su regreso la flota cesariana y apresando 30 transportes.

César, mientras tanto, se dirigió al norte tomando Oricus y Apolonia e iniciando la marcha hacia Dirraquio.

La flota pompeyana dirigida por Bíbulo inició un férreo bloqueo sobre las posiciones cesarianas, apostándose en los fondeaderos marinos cercanos a la costa e impidiendo la llegada de refuerzos.

Pompeyo, temiendo quedar rodeado por los dos ejércitos cesarianos, que en conjunto le superaban en número, dio media vuelta y regresó a Dirraquio.

De esta manera los cesarianos vieron destruida toda su flota en Grecia, quedando sin ningún buque para comunicarse con Italia.

Pompeyo, que vio frustradas sus esperanzas, decidió marchar hacia Larissa donde acampaba Escipión, uniendo sus fuerzas para con ello reunir un ejército superior en número al cesariano.

Según Lucio Anneo Floro sus soldados le censuraban la inactividad, y Plutarco señala que incluso se conspiraba directamente contra él.

Tras su derrota en Farsalia, Pompeyo huyó hacia la costa del Egeo escondiéndose de los cazarrecompensas que le pisaban los talones; allí fletó un barco para navegar hasta Mitilene, donde estaba su mujer Cornelia.

Lastrado por su armadura de oro, se ahogó en el Nilo, dejando a Cleopatra sin rival al trono.

César tuvo noticias de los hechos en Egipto e inició la marcha hacia el Ponto para enfrentarse a Farnaces.

Durante su estancia en Egipto, César mando elaborar al astrónomo egipcio Sosígenes un nuevo calendario basado en el sistema solar, de 365 días e intercalando un año bisiesto cada cuatro años.

Exceptuando pequeñas excepciones como la Serenísima República de Venecia, hasta la revolución americana el mundo no conocería otra nación autogobernada por ciudadanos.

Sin embargo, no todos los ejemplos seguidos y las lecciones aprendidas de la República dieron lugar a estados libres.

La fuerza principal de los dos ejércitos enfrentados era la infantería pesada; las legiones tardo-republicanas inusualmente fueron reclutadas en gran parte por los dos bandos entre hombres sin ciudadanía romana.

Evolución territorial del Imperio romano .
Cicerón ataca en el Senado al conspirador Catilina (fresco del siglo XIX de Cesare Maccari ).
Vercingétorix rindiéndose a César en Alesia , guerra de las Galias por Lionel-Noel Royer
La Vía Apia a 15 km de Roma , el lugar donde Clodio y Milón se encontraron cara a cara, produciéndose una reyerta entre bandas, terminando con la muerte de Clodio.
La Curia Julia, lugar de reunión del Senado romano , mandada edificar por César durante su dictadura, tras la destrucción de la Curia Hostilia , por los seguidores de Clodio.
Los restos del Templo de Saturno en el Foro Romano , donde Julio César tras conquistar a los galos y terminar con su amenaza, se apropió del tesoro público, acumulado durante años para prevenir una invasión gala, ante la impotencia del tribuno de la plebe Quinto Cecilio Metelo Escipión .
Estatua de Cleopatra.
Presentación de Cleopatra a César, por Jean-Léon Gérôme .
Las pirámides desde el Nilo
Estatua de Catón .
Restos del Foro de César (Roma).
Muerte de Julio César , obra de Vincenzo Camuccini, 1798.