Diferentes emperadores erigieron sus propios foros hasta formar un vasto complejo en el centro de Roma.
La nueva construcción se edificó al pie del monte Capitolino, lindando con el antiguo centro.
El inconcluso foro de Cesar se inauguró en 2 a. C., tras habérsele añadido una segunda plaza monumental, el Forum Augusti.
El edificio estaba ligeramente apartado de los foros anteriores, abierto hacia la colina Velia en dirección al Coliseo.
La plaza situada delante del templo no fue pavimentada, quedando como un jardín con estanques y estatuas.
Si este edificio se considera parte de los foros imperiales es por las actuaciones posteriores.
Su construcción en un tiempo relativamente breve fue posible gracias a la utilización de un nuevo material: el hormigón.