Derecho latino
Derecho latino, en latín ius Latii, latinitas[1] o ius latinum, era un estatus cívico entre los antiguos romanos, intermedio entre la plena ciudadanía romana y el estatus de los peregrinus o "no-ciudadanos".Con la gran extensión de asentamientos coloniales bajo Julio César y, sobre todo, bajo Augusto, el derecho latino se usó más como instrumento político, que impulsaba la integración de comunidades provinciales a través del liderazgo local.Aunque este decreto podía abarcar ciudades enteras, es importante tener en cuenta que no necesariamente implica el establecimiento de un municipium.Además, sólo los ciudadanos romanos podían desempeñar cargos en Roma y servir en las legiones.[3] Por último, en 212, el emperador Caracalla, mediante la Constitutio Antoniniana, dio la plena ciudadanía a todos los hombres libres del Imperio.