Edicto de Caracalla

El derecho romano, que no se aplicaba hasta entonces más que a una minoría, se convierte en la base jurídica de las relaciones entre la aplastante mayoría de los habitantes del Imperio.

Sin embargo, el escritor antiguo Dion Casio, contemporáneo de Caracalla, dio una explicación menos honorable: lo que se buscaba era aumentar los ingresos del Estado haciendo pagar a todos los habitantes libres del Imperio los impuestos que hasta entonces sólo pagaban los ciudadanos romanos y que Caracalla acababa precisamente de crear otros nuevos:[8]​

Según Roldán la finalidad del Edicto habría sido jurídica y religiosa: «el emperador deseaba extender a todos los súbditos la veneración por los dioses de Roma.

[12]​ Maurice Sartre considera que los motivos fiscales o religiosos no son necesariamente excluyentes.

«Se conoce la religiosidad extrema del emperador y no se le pueden pues rechazar a priori los motivos que da» y, por otro lado, el «atractivo de la ganancia» no puede ser descartado en un momento en que el Tesoro romano atravesaba por dificultades crónicas y que Caracalla necesitaba dinero para financiar una nueva campaña contra los partos.

Por eso la gran mayoría de los habitantes provinciales libres estaba compuesta por peregrini, es decir, por no ciudadanos.

[18]​ Se distinguían porque llevaban la tria nomina y pagaban el impuesto del 5 % sobre las sucesiones.

[19]​ En el año 212, mediante la Constitutio Antoniniana, el emperador Caracalla extendió la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio, siendo la mayoría de los no ciudadanos y beneficiarios del edicto el grueso de los habitantes de todas las provincias, las cuales se extendían desde Oriente Medio a la península ibérica, y desde Egipto hasta Britania.

[15]​ No se hacía mención alguna a los esclavos de ningún tipo, pues en el derecho romano no eran considerados personas, en el sentido jurídico-civil, sino que jurídicamente tenían la consideración de «cosas», por lo que se les aplicaban las reglas del ius ad rem, o «derecho sobre las cosas».

Busto de Caracalla.
Tondo severiano , en el que aparece la familia imperial formada por Septimio Severo y Julia Domna , y sus hijos Caracalla y Geta , cuyo rostro ha sido picado y eliminado después de su asesinato por orden de su hermano y su posterior damnatio memoriae .
El Imperio romano en 210, bajo Caracalla.
Placas de bronces de un diploma militar hallado en Egipto, depositadas actualmente en el Museo Británico , en el que se concede en el año 79 d. C. la ciudadanía romana al soldado Marco Papirio tras ser licenciado.