Ofensiva final

El golpe triunfó tras desencadenarse en Madrid una guerra civil dentro del bando republicano entre las fuerzas casadistas y los comunistas, que eran los únicos que apoyaban ya (junto con un pequeño sector del PSOE) la política de resistencia de Negrín.Se formó entonces un Consejo Nacional de Defensa que inició las conversaciones con el bando sublevado, pero Franco ya había reiterado en numerosas ocasiones que sólo aceptaba la rendición incondicional del Ejército Popular Republicano.Esto evitaba un compromiso "entre militares" de última hora (similar al Abrazo de Vergara) que legitimara después a los republicanos para formar oposición y entorpeciera la autoridad absoluta del nuevo Caudillo.Sobre las temidas represalias, Franco tan sólo ofrecía una vaga promesa verbal de «justicia a quienes no hubieran cometido crímenes», sin dar más explicaciones.Los emisarios de Casado pidieron un total de veinticinco días para cumplir las exigencias, pero no les fueron concedidos: sólo se les permitió redactar un documento que fijase un modo pacífico de proceder a la rendición, pues las tropas franquistas simplemente avanzarían en ofensiva cuando venciera el plazo fijado por Franco.Los emisarios republicanos volvieron a Madrid la mañana del día 26 para apurar la entrega de la aviación, sin embargo ya era tarde.Las primeras operaciones tuvieron lugar en el Frente Sur, donde la misma noche del 26 de marzo el Cuerpo de Ejército Marroquí (al mando del general Yagüe) y el Cuerpo de Ejército de Andalucía (al mando del general Muñoz Castellanos) avanzaron desde Peñarroya-Pueblonuevo hacia Hinojosa del Duque, Pozoblanco y Almadén que ocupan el 27 y Ocaña donde llegan el día 28;[5]​[6]​ ambos encontraron muy poca resistencia, ya que muchas de las posiciones republicanas habían sido abandonadas.Los atacantes no encontraron resistencia: las líneas de los frentes republicanos se desintegraron el 28 de marzo en un proceso espontáneo, se ocupa Aranjuez, Orgaz, Tembleque y Las Ventas con Peña Aguilera.En algunos lugares del frente se produjeron confraternizaciones entre soldados de los dos bandos que festejando que, según ellos, la guerra había acabado, y en otros sitios los soldados republicanos se pasaban al bando sublevado.[10]​"Los soldados iban llegando al interior de la ciudad, cogían el metro en Cuatro Caminos y se iban a sus casas o se trasladaban al otro lado de Madrid, a Vallecas, para emprender camino hacia el Mediterráneo".Cuando estos refugiados fueron convencidos de dirigirse hacia Alicante en la tarde del día 28, las tropas republicanas cesaron su resistencia y abandonaron Valencia a la quinta columna franquista, que la ocupó en las horas siguientes.Ese mismo día 30 la División 83, al mando del general Martín Alonso, entraba triunfalmente en Valencia.Mientras se producía el desmoronamiento del frente, la quinta columna de Madrid se hizo con el control de la ciudad en la madrugada del 26 al 27 de marzo, «realizando todas aquellas operaciones necesarias para evitar en caso preciso una resistencia que ocasionaría víctimas, y, sobre todo actuaciones a la desesperada».[10]​ Durante la tarde y la noche anterior muchos soldados republicanos del frente madrileño se reunieron para confraternizar con sus pares franquistas en tierra de nadie, mientras otros soldados republicanos domiciliados en Madrid terminaban de abandonar sus posiciones y volvían a sus casas.Para esas horas sólo los estados mayores del Ejército Popular Republicano permanecían en sus posiciones, sin poder evitar la disolución de sus unidades, mientras que los mandos franquistas se limitaban a organizar su entrada pacífica en Madrid junto con la quinta columna, procurando evitar destrucciones o defensas desesperadas y negándose a requerir que los soldados republicanos volvieran a sus trincheras.Cascón tuvo la posibilidad de huir, pero se quedó por no abandonar a sus hombres y dejarlos en la estacada.También confió en las promesas de Franco de que no habría represalias para aquellos militares profesionales que, como él, no hubieran pertenecido a ningún partido político y se hubiesen limitado a cumplir órdenes.Nada más llegar las autoridades francesas les dijeron que los barcos serían entregados inmediatamente a Franco.Antes de partir hacia España, las autoridades francesas realizaron un plebiscito para completar las dotaciones.[25]​ Durante la segunda quincena del mes de marzo los bombardeos fueron muy esporádicos.La única ayuda internacional que recibieron los refugiados republicanos provino de una delegación del Comité Internacional para la ayuda a la España republicana (cuya sede estaba en París y que se había formado con el apoyo de las izquierdas europeas, singularmente el Partido Comunista Francés y el Partido Laborista británico), que desembarcó en Valencia el 27 de marzo para organizar una evacuación a través de la compañía naviera France Navigation, propiedad del partido comunista francés; algunos de sus barcos ya se dirigían en esos momentos hacia los puertos del Levante español.Prontamente reemplazaron a las tropas italianas de Gambara que cubrían la vigilancia del puerto.A todos les esperaba el Campo de los Almendros, inmortalizado por Max Aub.Los vencedores anunciarían el fin de la guerra oficialmente en Burgos al día siguiente.
Julián Besteiro, uno de los líderes del PSOE que apoyó el golpe de Casado.
Comunicado emitido por el Cuartel General del Generalísimo anunciando el fin de la guerra.