Durante su gestión, de 1905 a 1918, le imprime sus inquietudes y rechaza por completo el autoritarismo y el burocratismo de la enseñanza tradicional; abierto a las experiencias novedosas en todos los campos, desde las ciencias duras hasta las humanísticas, con colaboradores extranjeros o renombrados pedagogos o científicos locales.
Del mismo modo, fue designado el primer personal docente para cada una de las facultades e institutos creados; entre ellos, Florentino Ameghino, Víctor Mercante, Carlos Spegazzini, Luis María Drago y Samuel Lafone Quevedo.
Aunque, en otros aspectos reclamados por el movimiento reformista, su impronta era cuanto menos objeto de fuertes controversias.
[30] Las disputas internas en el Consejo Superior afectaron al conjunto del profesorado y a las distintas unidades académicas.
Aún ello, menos por inercia que por empuje de los sectores más ideologizados y progresistas, se hizo patente la resistencia de los que no aceptaban una reforma agotada en sí misma, sin más aspiraciones en el campo sociopolítico.
Pero los reclamos estudiantiles hacia la universidad, por el rumbo que ésta había tomado tras los cambios producidos por la Reforma Universitaria, canalizando la actividad cultural a través de la revista Valoraciones y el grupo de teatro Renovación.
Juan Carlos Rébora, año en el que se lleva a la cantidad récord de 9.443 estudiantes inscriptos en la UNLP.
Si la tradicional misión universitaria establecida por Joaquín V. González, con la reforma de 1905, había sido la formación científica, pero, al mismo tiempo, profesional y humanista, con el nuevo régimen universitario se afirmaba el desarrollo de una conciencia nacional, difundiendo la cultura autóctona, aplicando la ciencia y las creaciones técnicas a las necesidades regionales.
Con esta última se buscaba una despolitización, tanto a nivel profesoral como estudiantil, pues toda actividad que pudiera suponer militancia política era pasible de suspensión, exoneración o expulsión.
Durante la autodenominada Revolución Libertadora, hubo miles de estudiantes y docentes expulsados, identificados con el período político anterior.
[cita requerida] Al mismo tiempo, se prohibió la actividad política en todas las universidades nacionales, quedando censurada cualquier actividad que asumiese forma de militancia, agitación, propaganda o adoctrinamiento de carácter político.
Como consecuencia de este proceso ordenador, surgió el denominado Edificio Tres Facultades.
[31] La ley 23.068 dispuso que las universidades nacionales contemplasen la situación del personal docente y no docente que, por cuestiones políticas, gremiales o conexas, hubiese sido declarado cesante, prescindido u obligado a renunciar.
En 1986, se otorgaría la misma distinción al Doctor Carlo Rubbia, Premio Nobel de Física.
Ambas, de color verde esmeralda, aparecen en la base del escudo, unidas por una cinta azul y blanca.
En cuanto a su arquitectura, el edificio presenta líneas sobrias con características del renacimiento francés y sus dependencias están dispuestas cuadrando dos grandes patios interiores.
El histórico edificio estaba rodeado, antiguamente, por jardines que abarcaban la totalidad de la manzana, los cuales fueron ocupados con la construcción parcial del Edificio Tres Facultades, en 1969, en forma de «L», sobre la esquina donde se unen las calles 6 y 48.
[64] Asimismo, forma parte del Sistema Integral de Información, Repositorios, Bibliotecas, Archivos y Museos (SIIRBAM).
[65] El acervo archivístico documental que allí se resguarda es diverso y supera los 600 metros lineales.
Incluye fotografías en distintos soportes -vidrio, negativo flexible, papel, diapositivas-, expedientes, organigramas institucionales, resoluciones, disposiciones, actas del Consejo Superior y material audiovisual, entre otros.
Sin embargo, la obra quedó inconclusa y el «Tres Facultades» se redujo a un inmueble en forma de «L», rodeando sólo los lados de las calles 6 y 48, sobre los antiguos jardines del edificio del Rectorado.
Está ubicado en calle 61 y 127, en el partido de Berisso, dentro del campus «Grupo Bosque Este».
Buscan ofrecer una alternativa eficaz para pacientes que no responden a los tratamientos anticonvulsivos convencionales.
Sólo en la provincia de Buenos Aires, el 80% del agua se encuentra contaminada con arsénico.
El consumo prolongado del contaminante puede causar desde la enfermedad Hidroarsenicismo Crónico General Endémico, hasta diversas patologías oncológicas.
Entre 1958 y 1960 fue becario en el Imperial College London, donde se desempeñó bajo la supervisión del Premio Nobel Abdús Salam.
[154][155] Luis Santaló fue un matemático español de fama internacional que se exilió en Argentina en 1939, al iniciarse la Segunda Guerra Mundial.
[157] También figuran artistas, como Carlos López Puccio, quien se tituló como licenciado en dirección orquestal y es actual integrante de Les Luthiers, grupo que recibió el Premio Princesa de Asturias en 2017, coincidiendo con su 50° aniversario.
El doctorado honoris causa es la máxima distinción académica que confiere la Universidad Nacional de La Plata.
[159] La UNLP puede distinguir con este título a «aquellas personalidades eminentes con acción ejemplar en el campo científico, técnico, cultural, humanístico, artístico, social o político mundial que a propuesta fundada de los dos tercios de los Consejos Directivos, a propuesta directa del Presidente o por iniciativa del Consejo Superior, sea aprobada por los dos tercios de los miembros del Consejo Superior».