Museo Nacional de Antropología (México)

Además, las transformaban y reutilizaban, puliéndolas, pintándolas o añadiéndoles otros elementos característicos de su propia cultura u religión.

Allí se albergaron también las esculturas de la Coatlicue y la Piedra del Sol, lo que inició la tradición museográfica en México.

[7]​: 147  Así, en 1825 por decreto del presidente Guadalupe Victoria nació el Museo Nacional Mexicano como una institución autónoma.

Seis años después, el museo se dividió oficialmente en tres ramas: antigüedades, historia natural, jardín botánico, y productos de la industria.

mexicano Pedro Ramírez Vázquez, cuya obra fue ejecutada por los arquitectos Ricardo de Robina, Rafael Mijares y Jorge Campuzano Fernández.

[12]​ En la museografía se contemplaron la organización sociopolítica, arte, magia, religión, matemáticas, astronomía, medicina, escritura, urbanismo e ingeniería de las diferentes culturas.

La celosía, ubicada en la planta alta al interior del patio, fue diseñada por Manuel Felgueréz donde reinterpreta una serpiente geometrizada y materializada en aluminio anodizado.

Tiempo después, el director Roberto García Moll creó un espacio, dentro de las instalaciones del museo, dedicado al archivo.

[19]​ Las salas de arqueología están dispuestas alrededor de la parte descubierta del patio central, que es donde se encuentra el estanque, y están ordenadas según un criterio cronológico comenzando por el lado derecho hasta llegar a la sala Mexica.

Al igual que la sala Introducción a la Antropología, esta también fue objeto de la reestructuración del museo realizada entre 1998 y 2000.

Las piezas procedentes del altiplano central que corresponden a esta etapa ponen en evidencia la importancia del contacto de los pueblos altiplánicos —de supuesta filiación otomangueana— con las dos regiones mesoamericanas de mayor desarrollo en ese tiempo: el Occidente y la región olmeca.

En las construcciones, podemos ver la gran influencia y poder político que tuvo el gobierno sobre la población, no solamente en la misma ciudad y pueblos del Altiplano Central, sino también hacia otras regiones lejanas desde el Occidente de México hasta Centroamérica.

A través de la pintura mural podemos interpretar algunos elementos presentes en la cosmovisión y las jerarquías sociales existentes en esta capital.

El repertorio iconográfico es muy extenso, por lo general muestra rituales donde se encuentran animales y seres humanos ataviados de manera suntuosa con numerosos símbolos.

La iconografía que aparece en dichos murales muestra la conjunción de diversos grupos étnicos en aquel sitio.

De orígenes chichimecas según las fuentes documentales, estos pueblos adquirieron la cultura mesoamericana rápidamente.

En términos generales puede dividirse en tres grandes áreas culturales: la zona olmeca, el norte-centro de Veracruz y la Huasteca.

Estos rasgos han permitido a los especialistas definir los objetos que presentan esta iconografía como de estilo olmeca, cuya difusión e influencia llegó a regiones culturales fuera del área, principalmente, en el centro de México y Oaxaca.

Los mayas fueron producto de un larguísimo desarrollo cultural que inició hacia el año 2000 a. C. (inicios del periodo Preclásico).

Una parte significativa de las manifestaciones artísticas que se plasmaron en monumentos esculpidos, tuvieron como propósito la propaganda política.

Las Tumbas de Tiro fueron recintos funerarios, excavados en el tepetate con una o más cámaras a las cuales se accedía por un tiro cilíndrico que podía tener una profundidad de 2 hasta 16 metros y un diámetro que podía alcanzar los dos metros.

perteneciente a las tres tradiciones culturales principales de dicha región: mogollón, hohokam y anazasi.

Sin embargo es importante resaltar que estas tradiciones culturales son un antecedente fundamental de la cultura Casas Grandes.

[22]​ El recorrido de esta sala comienza en San Blas donde, según la mitología, los dioses emergieron del mar.

[25]​ Esta sala exhibe a los purepechas, etnia que sigue practicando actividades ancestrales tales como la pesca y las celebraciones caza agricultura vida cotidiana entre otras .

Se incluyen también los característicos tenangos, bordados que en tiempos recientes han sido reconocidos por diseñadores de arte y coleccionistas del mundo como obras plásticas.

Aquí se presentan ejemplos de las especialización artística en cestería, la plumaria, la joyería, los textiles y el papel.

En este territorio todavía se conservan culturas propias del área, cuyo origen es prehispánico, pero sobre todo colonial y decimonónico.

Son un pueblo ligado a la tierra y sus frutos, que ha resuelto de diversas maneras su relación con la naturaleza.

[32]​ Constituidos por diversos pueblos, y distribuidos en 13 estados de México, los nahuas comparten la misma familia extralingüística con ciertas particularidades culturales.

Patio del museo, inspirado en el Cuadrángulo de las Monjas de Uxmal .
Monolito de Tláloc sobre la avenida paseo de la Reforma
Antropólogos trabajando en la sala Mexica.
Estructura del paraguas
Vistas a los alrededores desde el exterior del museo.
Plano del museo.
Reproducción de Lucy . Sala Introducción a la Antropología, MNA, México.
Mosaico de la diversidad humana. Sala Introducción a la Antropología, MNA, México.
Hueso Sacro de Tequixquiac , una pieza importante del arte prehistórico en América.
El Acróbata es una pieza que muestra las influencias olmecas en algunos asentamientos preclásicos en el valle de México . Procede del Entierro 154 de Tlatilco (estado de México). Preclásico Medio (siglo XV -siglo VI a. C.
Cerámica de Paquimé
Árbol de la Vida.
Representación de la vida cotidiana
Máscara tradicional
Festividad local con trajes típicos