Se cree que la ciudad estuvo dominada (o influida fuertemente) por los olmecas (la primera gran cultura de Mesoamérica).
Las semillas eran sembradas con la ayuda de un palo aguzado, en campos que eran despejados mediante tala y roza.
Estas últimas casi siempre representan a mujeres jóvenes desnudas, ataviadas con complejos tocados, breves faldellines o cubiertas con pintura corporal.
También hay representaciones de personajes con dos cabezas, jorobados e individuos deformados o enmascarados.
Las sepulturas se localizaban de manera más o menos dispersa, no constituyendo cementerios como tal.
Sus poblados, aunque dispersos, abarcaban gran cantidad de hectáreas, principalmente asociados a los ríos y lagos.