Está asociado con Macuilxochitl (Cinco flores), dios de los juegos y las apuestas.
En su festividad religiosa asociada, que significa fiesta de las flores en náhuatl, se hacían ofrendas de comida, y los pueblos cercanos a Teotihuacán llevaban cautivos como tributo para los sacrificios.
[4] Se le relaciona con la deidad Macuilxóchitl «5 Flor», patrono de los juegos, los bailes y los deportes, que es representado como un hombre que sale de una Tortuga (el Zodiaco), pero tal vez solo sea su nombre calendárico.
Las estatuas dedicadas al dios están frecuentemente adornadas con flores y mariposas, siendo la representación más famosa la realizada al final del periodo posclásico, entre el año 1450 y 1500.
Originalmente, la pieza formaba parte de la colección personal del historiador Alfredo Chavero quien la donó, posteriormente, al museo.
[10] La escultura fue encontrada en las faldas del volcán Popocatépetl y cuando fue examinada por Gordon Wasson, el etnobotánico determinó que tanto el cuerpo de la deidad como el pedestal sobre el que reposa se encontraban grabados con diversos fármacos claramente identificables entre la flor de tabaco, la de ololiuhqui, el botón de siniquiche y estilizados hongos del grupo Psilocybe aztecorum, especie de hongos psilocibios que crece en las faldas del mencionado volcán.