Real y Pontificia Universidad de México

La apertura de una universidad era decisión del papa, el monarca o ambos, y su intención era otorgar privilegios a escolares concentrados en una ciudad, eran reconocidos por el fuero eclesiástico y real, tenía la facultad para dedicar a los estudios y a la certificación de estos, que se hacía a través del otorgamiento de grados, como el de bachiller, licenciado o doctor.[8]​ La universidad se concebía como una corporación, por lo tanto, quienes pertenecían a ella, tenían protección legal y otros derechos, como el de ser juzgados por el tribunal de la corporación, aunque también debían de seguir un código conducta que se plasmaba en las constituciones o estatutos.De igual forma, al concebirse como un cuerpo de estudiantes, no tenía necesariamente propiedades materiales, pues lo que importaba, al menos en el Antiguo Régimen, eran lo corporación, quienes la conformaban, por ello se afirma que la Universidad no la constituían las aulas, sino el cuerpo de escolares con licencia para el estudio.Las principales cátedras eran Prima (porque se daba a primera hora de la mañana) y Vísperas (cuyo horario era en la tarde).Estas solían ser temporal o de propiedad y estaban presentes en todas las facultades.Los grados que se otorgaban eran los de bachiller, licenciado, maestro y doctor.Armando Pavón Romero señala que el graduado de la Universidad sólo estaba certificado para ejercer la docencia, y no una actividad profesional.Este reconocimiento se lograba en las instituciones dedicadas a esa labor en específico.Debido a la denominación de "pontificia", para que se pudieran otorgar los grados académicos, era necesario que el maestrescuela o Magister scholarum asistiera a otorgarlos en nombre del Papa.La matrícula (o inscripción) era anual e indispensable para tomar los cursos en las facultades.Aunque se admitía a los indígenas, estos eran minoría dentro de la población estudiantil.El grado, por lo tanto, no certificaba ninguna otra capacidad profesional.El doctor tenía plenos derechos para decidir sobre su gremio y para recibir todos los beneficios que este pudiera conseguir; por último, los grados mayores se convirtieron en una plataforma para alcanzar los puestos altos de las burocracias real y eclesiástica.Para ganar los grados mayores no era necesario asistir a nuevos cursos, por el contrario, en esta nueva etapa era necesario demostrar la capacidad docente, por ello, se requería llevar a cabo una serie de "lecciones", llamadas también repeticiones.Esto provocó nuevos experimentos, teorías, y descubrimientos en varias áreas del conocimiento humano.Sin embargo, ninguna de las dos propuestas se estableció por mucho tiempo debido a la inestabilidad política del país.La biblioteca de la Real Universidad de México se inauguró por cédula real en la segunda mitad del siglo XVIII, sin embargo, esto no quiere decir que no existiera con anterioridad una.[15]​ En 1726 empezaron los esfuerzos por crearla, pues el rector Pedro Ramírez del Castillo solicitó al virrey Marqués de Casa Fuerte para construir una sala librería en la Universidad, y aprobó la solicitud, sin embargo, aunque el claustro pleno estuvo de acuerdo, no se concretó el proyecto.En la segunda mitad del siglo XVIII, Manuel Ignacio Beye de Cisneros encomendó la creación de la biblioteca al monarca Carlos III, y en 1761 pasó a ser la Pública Real Biblioteca.Universidad reales y pontificias Dado que la Universidad de México fue patrocinada en primera instancia por la corona de la Monarquía Española, se le antepuso el término "Real" a su nombre.Recordemos que el Estado español en aquellos años también gobernaba a la Iglesia Católica en sus dominios por el patronazgo otorgado por el Papa a los Reyes Católicos, por lo cual desde un inicio también fue tanto una universidad estatal como una universidad católica; muestra de ello es que desde sus inicios contó con la Facultad de Derecho Canónico.Más tarde recibió la bendición papal llamándose además de "Real", "Pontificia".Subid al mundo de los cielos, descended a los infiernos, donde ellos ya estuvieron.Viva nuestra ciudad, y la generosidad de los mecenas que aquí nos acoge.
Placa relativa a la Real y Pontificia Universidad de México. Latín: "Ad perennem memoriam pontificia regiae universitatis Caroli V ivssv ab excmo [excelentisimo] Anto[nio] de Mendoza in hoc loco III[3] Iunii MDLIII erectae qvae ad annvm MDCCCLXV vsqve florvit hoc monvmentvm universitas nationalis mexicana. DD [Dedicavit or Dedit Dedicavit]". Español: Para perpetuar la memoria de la Universidad Real y Pontificia de Carlos V. Por orden del excelentísimo Antonio de Mendoza, en este lugar se erigió el 3 de junio de 1553. Quien hasta el año 1865 aquí floreció. Monumento a la Universidad Nacional Mexicana. ha dado la dedicación.
Localización de la Universidad en 1737 frente a la plaza del volador. El predio fue demolido en 1910. Plano de la ciudad de México por Pedro de Arrieta .