Universidad Pontificia de México
Se rige por el Derecho Canónico, por la constitución apostólica Ex Corde Ecclesiae, por los ordenamientos pertinentes de la Conferencia del Episcopado Mexicano, por la legislación civil mexicana aplicable y por los estatutos y sus reglamentos complementarios.Súplicas posteriores de autoridades civiles y de frailes evangelizadores hacen que la Corona española se interese en tan grave asunto y procure dar los medios económicos (1547).En 1932 tuvo que cerrar sus puertas dadas las circunstancias adversas, debidas a la persecución anticlerical.En 1958, el Arzobispo de México, cardenal Miguel Darío Miranda Gómez, presentó a la entonces Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades una nueva petición para volver a formar la Universidad Pontificia de México aunque, en un sentido estricto, su esencia no es la misma que la universidad fundada en el siglo XVI.La Santa Sede aceptó dicha petición, anotando que debería tener carácter nacional y estar bajo el cuidado inmediato de todos los obispos mexicanos.Esta última comisión presenta los Estatutos a la Santa Sede, después de haberlos elaborado en colaboración con todos los obispos mexicanos, basada fundamentalmente en la Constitución Apostólica “Sapientia Christiana”.Como fondo inicial, la CEM dona a la UPM 40,000 volúmenes de la antigua Biblioteca del Seminario de Montezuma (Estados Unidos) y su rica Hemeroteca.