Conferencia del Episcopado Mexicano

La Conferencia del Episcopado Mexicano nació oficialmente en 1955, año en que la Santa Sede aprobó sus primeros Estatutos.

Sin embargo, los obispos mexicanos celebraron reuniones plenarias y estaban organizados en un “Comité episcopal”, ya antes de 1935.

Su finalidad, según se estableció en sus Estatutos, era «auxiliar en todos los órdenes al Venerable Episcopado, debiendo servirle a éste principalmente como vínculo de unión y órgano oficial para defender a la Iglesia, orientar, informar y unir a los católicos, y como poder ejecutivo en asuntos del bien general, siguiendo en todo las normas dadas por el Excmo.

El Comité Episcopal estuvo constituido por un presidente, un vicepresidente, un secretario y varios vocales, propuestos por el episcopado y aprobados por el delegado apostólico; era auxiliado por una “Comisión Sacerdotal”, que realizaba labores de secretaría.

Actualmente, los obispos pertenecientes a la CEM se clasifican de la siguiente manera: