La cabeza es sustituida por dos serpientes que se encuentran, símbolo de la dualidad que al crearse dio inicio a todo el universo, otra referencia serían las coyunturas enmascaradas (con rostros).
Estaba viviendo en el cerro de Coatepec, donde hacía penitencia; tenía a su cargo barrer.
Una vez, mientras barría, cayó del cielo un hermoso plumaje, que ella recogió y colocó en su seno.
Cuando terminó de barrer, buscó la pluma que había guardado, pero no la encontró.
Ese relato quedó representado en el Templo Mayor del recinto ceremonial de Tenochtitlan.