Llorona

[2]​ Para explicar el origen de la leyenda de la Llorona, se han propuesto tres vertientes principales: un enfoque literalista, es decir, los hechos ocurrieron realmente: una mujer mató a sus propios hijos y a partir de allí, la historia se fue contando una y otra vez hasta convertir a la mujer en fantasma y a la historia en leyenda; un abordaje evemerista, es decir, donde un mito se superpone sobre una historia real con referentes concretos (es el caso, por ejemplo, en el que el mito de la diosa Cihuacóatl se superpone con la historia de la Malinche); y finalmente, un enfoque parabólico, que tiene una lectura apologética y simbólica, con un sentido oculto, en el que la historia surge como una forma de dar voz a sectores silenciados, es este caso, los indígenas durante la Conquista y la colonización.

Sus personajes son seres divinos, a la vez adorados y temidos, cuyos poderes trascienden el intelecto humano.

A la Llorona se le ha relacionado con la diosa prehispánica Tenpecutli, que purgaba una pena por haber ahogado sus hijos en un río.

En las leyendas guaraníes de Paraguay, Uruguay y Argentina, el mito de la Llorona está relacionado con el urutaú (Nyctibius griseus), también llamado güemí-cué, un ave nocturna que emite sonidos semejantes a una mujer que llora.

[24]​ La leyenda de la Llorona toma forma durante la época Virreinal,[2]​ pues a los antecedentes prehispánicos, se suma la contribución española para establecer el mito como tal, convirtiendo a la Llorona en uno de los primeros signos del mestizaje.

[2]​ Sin embargo, aunque existen versiones tanto populares como literarias que asocian la leyenda de la Llorona con la Malinche, para algunos investigadores,[26]​ ambos personajes son opuestos absolutos, debido primeramente a la realidad histórica (Malinche no mató a sus hijos), y también a su simbolismo, pues su estatus de esclava sexual de Hernán Cortés creó la base del dominio colonial al crear lazos entre indígenas y españoles.

Esto ocurre porque posee un ecotipo polifocalizado, es decir, en realidad es una familia de leyendas con un perfil translocalizado en diversos puntos del continente americano.

La literatura, el arte y la cultura mediática moderna permiten que se sigan construyendo nuevas versiones de la leyenda.

La mayoría de las historias cuentan que la mujer, tras ser abandonada por el hombre, asesina a sus hijos por locura o por venganza, pero también puede ser que la muerte sea accidental, mientras la madre lava en un río, como ocurre en algunas versiones de México, Guatemala y Nicaragua.

[37]​ En una versión de Costa Rica, la Llorona ahoga a su hijo recién nacido en el río por locura y vergüenza, al ser rechazada por su familia, su pueblo o la sociedad en general, por ser madre soltera, o por embarazarse estando prometida a otro.

[39]​ Otro relato de origen venezolano cuenta que la mujer mataba a sus hijos con cada parto, sin sentir remordimiento.

Maldecida por el padre, vaga eternamente por las orillas de los ríos buscando a su hijo perdido, perseguida por los espíritus malignos y llorando su desgracia.

En este país, según la tradición oral, en el puente de Las Calabazas se presenta una mujer pidiendo que la lleven.

Sin embargo, quien la mire a los ojos, queda atrapado por ella y es torturado con sus gritos desgarradores.

[46]​ En una versión de Costa Rica, se anota que la Llorona es inofensiva porque su única preocupación es encontrar a su hijo,[39]​ pero en otra versión del mismo país, encontrársela puede significar la muerte, ya que asesina a la persona confundiéndola con su burlador.

[50]​ En Venezuela, la Sayona es un personaje similar, que se les aparece a los hombres parranderos e infieles, mostrando unos enormes colmillos.

La Llorona asusta a las muchachas que han cometido actos de los cuales sus padres no estarían orgullosos.

La Llorona es un espíritu errante y sufriente por haber cometido el pecado más grave de una madre: matar a su hijo.

[3]​ En el contexto colonial, la leyenda de la Llorona originalmente fue una historia de miedo que funcionó como una advertencia a los indígenas contra la desobediencia al poder establecido, asustando y subyugando a la población indígena durante la noche en sus pueblos.

Igualmente, los griegos también relataban la leyenda de Lamia, una princesa con quien Zeus había tenido varios hijos, que fueron asesinados por Hera.

[69]​ En Japón, los fantasmas que vuelven al mundo para cobrar venganza reciben el nombre de onryo.

La Kuchisake-onna, un yokai, es una mujer con la boca partida que se aparece por las noches a hombres jóvenes para cortales la cara.

El tema de la Llorona ha sido tratado en múltiples ocasiones en diversas formas narrativas, en cuentos, novelas, ensayos, poesías y obras de teatro, por muchos autores en América Latina principalmente, pero también en otras latitudes, tanto en español como en otros idiomas, como el inglés.

En este país, su leyenda ha sido transformada y actualizada en innumerables ocasiones por diversos autores en todos los géneros de la literatura.

[77]​ En la serie de cómic estadounidense Batwoman, publicada por la editorial DC Comics, la llorona es el villano central del arco argumental "hidrología".

También en Los Chifladitos, Lucas Tañeda y Chaparrón Bonaparte confundieron una vez a su vecina sonámbula, personificada por Florinda Meza, con la Llorona.

Las dos versiones planteaban los enfrentamientos entre la religión cristiana y una absurda religión popular cuyo personaje central era una entidad alucinante, un tal Chalu, al que un brujo borracho invocaba para acrecentar su popularidad entre los lugareños, frente a la del cura del pueblo.

[94]​[95]​ El siguiente largometraje mexicano sobre la leyenda es J-ok'el (Benjamín Williams, 2007), donde el personaje se aborda desde la perspectiva del mito maya: un estadounidense viaja a Chiapas para buscar a su hermana, secuestrada por la Llorona, con un desenlace más terrenal que sobrenatural.

[105]​ En 2019 la película guatemalteca La Llorona, de Jayro Bustamante, ganó el Premio del Director Giornate degli Autori en dicho festival celebrado en Venecia, Italia.

Entre estos artistas se destacan Chavela Vargas,[109]​ Raphael,[110]​ Joan Báez,[111]​ Lola Beltrán,[112]​ Lucha Villa,[113]​ Ely Guerra,[114]​ El Trío Montalbán,[115]​ Eugenia León,[116]​ Lila Downs,[117]​ Natalia Lafourcade,[118]​ Susana Harp,[119]​ y Ángela Aguilar.

La diosa mexica Cihuacóatl
En la mitología talamanqueña , la lechuza, señora de la noche, está relacionada con el mito de la Wíkela, la Tulevieja , la llorona de las leyendas bribris [ nota 6 ]
En Chiloé , la Pucullén es una mujer alta y delgada, vestida de negro, cuyo llanto anuncia la muerte de alguna persona
En general, en los relatos folclóricos, las personas se topan a la Llorona vagando por los ríos. A veces, solo escuchan su llanto desgarrador. En la foto, Mujer desnuda entre los juncos , de John Reinhard Weguelin .
El aspecto clásico de la Llorona es el de una dama vestida de blanco con largos cabellos negros, pero este puede variar según el país.
La Llorona en un mural de José Clemente Orozco , en el Instituto Cultural Cabañas , Guadalajara , México
En la mitología griega, Medea asesina a sus hijos luego de ser abandonada por Jasón . En la imagen, Medea a punto de matar a sus hijos , por Delacroix (1862)
La actriz mexicana María Elena Marqués interpretó a La Llorona en la película homónima de 1960
Linda Cardellini protagoniza The Curse of La Llorona (2019), película en la que el personaje es introducido por Hollywood como nuevo icono del cine de terror. [ 83 ]
La Llorona, interpretada con kalimba y piano de juguete sintetizados.